La ausencia de la izquierda
Las elecciones que se llevaron a cabo ayer en Uruguay tienen una singular importancia como termómetro del pensamiento político de la nación.
Los tres partidos que se presentan en esta ocasión son considerados como tradicionales, y sólo falta el Frente Amplio, coalición de fuerzas izquierdistas, para tener la totalidad de los movimientos que lucharon en 1971 por la presidencia del país.
Entonces el triunfo correspondió al Partido Colorado, y dentro de él, al grupo del ex presidente Pacheco Areco, que promovía la candidatura de Juan María Bordaberry, finalmente elegido.
El Partido Nacional, mientras tanto, obtuvo 668.822 votos, de los cuales 439.649 correspondieron al candidato de la oposición, Wilson Ferreira Aldunate.
El otro partido, ahora también presente, la Unión Cívica, logró solamente 8.844 votos, lo que habla de su poca importancia.
Mientras tanto, la izquierda uruguaya, que votó bajo el lema del Partido Demócrata Cristiano, obtuvo 304.275 votos, lo cual demuestra que, pese a no estar hoy presente, tiene caudal suficiente como para cambiar el resultado de cualquier elección que se realice en Uruguay.
El otro antecedente que debe buscarse es el plebiscito de reforma a la Constitución de 1980. Los militares y el Consejo de Estado presentaron un proyecto que contenía aspectos muy polémicos, fundamentalmente sobre la presencia de los militares.
Pese a que la campaña proselitista que se realizó en ese momento no tuvo los alcances de ésta, el no sumó 945.176 votos, contra 707.118 afirmativos, lo cual arrojó una diferencia de 238.058. La situación económica y política de hace dos años era distinta, e incluso las valoraciones que se hacían de uno y otro voto no eran coincidentes.
No obstante, ese resultado marcó una tendencia opositora que, en cierta manera, ahora se mantiene.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.