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Rumores sobre la muerte de Breznev circulaban cada vez que desaparecía de la escena política

Leónidas Breznev, de 75 años de edad, que falleció el pasado miércoles, daba la impresión de ser un hombre cansado y que se movía y se expresaba con dificultad. Con frecuencia, coincidiendo con cada una de sus desapariciones en los últimos años, la Prensa internacional recogía rumores sobre su posible muerte, y en más de una ocasión algún periódico sensacionalista llegó incluso a darle por muerto. Pero aunque el estado de salud del secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) sufría, sin lugar a dudas, un deterioro paulatino, otros dirigentes soviéticos, como Alexei Kosiguin, fallecieron antes que el propio Breznev.

Con motivo de cada uno de sus achaques, mientras los soviéticos se obstinaban en hablar de enfriamiento, en Occidente se hacían numerosas especulaciones en torno a la enfermedad padecida por el presidente de la URSS, y cada vez que viajaba a Europa o Estados Unidos, expertos se precipitaban, por ejemplo, en los servicios que utilizaba, para intentar recoger sus excrementos, darlos a analizar y tratar de averiguar así qué enfermedad padecía y cuánto tiempo podría permanecer al frente de la URSS. Poco después, hábiles filtraciones a la Prensa aludían al cáncer o alguna enfermedad cardiaca, como la de Alvarez o la de Stokes Dams.En 1961, el entonces presidente del Soviet Supremo fue víctima, por primera vez, de un fallo cardiaco, y padeció un segundo ataque en junio de 1973, durante la cumbre franco-soviética en la localidad francesa de Rambouillet. Aunque, por supuesto, no fue atendido por médicos franceses, este ataque en territorio occidental proporcionó a las autoridades galas importantes detalles sobre su estado de salud.

En diciembre de 1974 sufrió una indisposición que le obligó a anular un viaje a Egipto por motivos de salud. Dos meses más tarde, el 13 de febrero de 1975, aparenta, sin embargo, estar en plena forma cuando recibe al primer ministro británico Harold Wilson. Poco después reconocerá, sin embargo, ante el canciller de Alemania Occidental Willy Brandt, haber sido operado en la mandíbula.

Cansancio y plena forma

Desde esa fecha, aproximadamente, los kremlinólogos señalan que Breznev pasa por períodos de plena forma 31 de gran cansancio, que suelen coincidir con los eclipses públicos del máximo dirigente soviético. La duración de las ausencias de Breznev oscila entre dos semanas 31 un mes, y se producen en junio de 1975, diciembre de 1977, enero de 1978, enero, finales de febrero, marzo, abril y octubre de 1979.Cuando el 15 de mayo de 1980 hace su aparición en la cumbre de los países del Pacto de Varsovia, su cara parece petrificada y crispada por el dolor -"parece una momia ambulante", escriben algunos periodistas-, pero, sorprendentemente, quince días después, el 30 del mismo mes, los diplomáticos occidentales acreditados en Moscú coinciden en afirmar que "vive una nueva juventud".

Ese mismo año, Breznev multiplica sus desplazamientos, viajando incluso al extranjero -a Belgrado y Nueva Delhi-, pero al año siguiente, cuando efectúa su última visita fuera de la URSS -concretamente, a la República Federal de Alemania-, baja con mucha dificultad la escalerilla del avión.

Muy afectado, aparentemente, por la muerte, en 1981, del ideólogo del PCUS, Mijail Suslov, desaparece en marzo del escenario público, tras un viaje a Tashkent, en Asia Central. El 22 de abril vuelve a aparecer en público con motivo del 112º aniversario del nacimiento de Lenin, desmintiendo así los rumores que circulaban sobre su pésimo estado de salud a causa de una congestión o de una hemorragia cerebral.

Los 'atentados' contra Breznev

Pero Breznev no ha estado sólo en peligro a causa de su mala salud. Una de las facetas menos conocidas de la biografía de Leónidas Breznev han sido los momentos en que su vida ha estado en peligro por circunstancias, a veces misteriosas, que se asemejan a un atentado clásico.El primero del que se tiene noticia ocurrió el 9 de febrero de 1961. Un cazabombardero francés efectuó varios disparos sobre el llushin 18 que llevaba a Breznev a través del espacio aéreo argelino. El avión fue alcanzado por varios impactos, pero no sufrió daños de importancia. El tema se archivó con una protesta oficial de Moscú a París.

A lo largo del año siguiente, 1962, circularon rumores por la capital soviética, que nunca fueron confirmados, según los cuales se había perpetrado contra el líder soviético un atentado, que no tuvo consecuencias.

Finalmente, el 22 de enero de 1969, un teniente -identificado con el simple nombre de llyiu-, disfrazado con uniforme de capitán de la policía, disparó desde la torre Borobitski del Kremlín contra un cortejo oficial en el que iba el automóvil de Breznev.

El Gobierno soviético reconoció que en este atentado murió un motorista y hubo impactos de bala en el automóvil de los cuatro cosmonautas protagonistas del acto. Nunca se confirmó si algún disparo alcanzó o iba dirigido contra el automóvil de Breznev.

En su declaración, el teniente confesó: "Disparé para despertar a Rusia".

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