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Una columna militar provocó la alerta de la Guardia Real

La jornada de ayer estuvo sembrada de rumores y alarmas como efecto de una campaña de intoxicación de gran amplitud a la que se atribuyen orígenes antidemocráticos, que inundaron, los medios de comunicación de falsas noticias sobre violencias sufridas por las primeras personalidades de la vida política española. Algunas emisoras de otros países llegaron a lanzar por sus antenas que el palacio de la Zarzuela, residencia de los Reyes, se encontraba cercado y la ORTF en París interrumpió sus programas para dar cuenta en un flash de un inexistente atentado al secretario general del partido socialista, Felipe González.

La atención pública erizada de susceptibilidades se disparó aún más con la noticia cierta aparecida en Abc, según la cual la Guardia Real había sido alertada el pasado martes.El ministro de Defensa, Alberto Oliart, explicó a EL PAIS que aquella noche fue consultado desde el palacio de la Zarzuela sobre la identidad del convoy militar y que personalmente se puso en contacto telefónico con el capitán general de la I Región Militar, Ricardo Arozarena, quien pudo aclararle su composición, origen y destino detalles de los que estaba perfectamente enterado. En menos de veinte minutos el palacio de la Zarzuela fue puesto exactamente al corriente de todos los extremos. El ministro recibió el miércoles en su despacho al jefe del Estado Mayor de la I región, general Rovira; al general Lago que manda la división acorazada Brunete número 1; al general Ambrosio, que manda la brigada XII de esa gran unidad; al general Pedrosa, que acaba de dejar el mando de la Brigada Paracaidista para ocupar tras su ascenso el de la división mecanizada Guzmán el Bueno número 2; y al general Ponsoda, que manda la Brigada de Defensa Operativa del Territorio BRIDOT número 1. Oliart comentó después la actitud de sus interlocutores.

Frente a los rumores expandidos ayer, EL PAIS pudo comprobar que no había en Madrid reunión alguna de tenientes generales. Sin embargo, en los próximos días y separadamente el Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), Ramón Ascanio y Togores podría despachar separadamente con algunos de ellos para comprobar el estado de las investigaciones que les han sido encomendadas en, sus regiones respectivas en torno a la abortada intentona del 27-0.

La alerta máxima, informaba Abc, fue consecuencia de la detección de una columna de vehículos del Ejército en el Puente de los Franceses. El periódico añadía que hacia las siete de la tarde del martes se había recibido una llamada en Zarzuela comunicando que podría producirse un golpe de mano por alguna unidad militar. Luego precisa que al tenerse noticia hacia las once de la noche de la presencia de un convoy militar en el citado lugar se decretó el estado de máxima alerta y se situaron 2.500 hombres fuera del perímetro del monte que rodea al palacio.

Abc agregaba que esos efectivos de la Guardia Real recibieron órdenes de hacer fuego contra el convoy si se aproximaba a menos de cien metros de las posiciones donde habían sido situados. Por último aclaraba que la tensión decreció al alcanzar el convoy el cruce de carreteras mencionado y proseguir en dirección a Fuencarral. También afirmaba Abc que en capitanía general de la I región no se conocían los movimientos de esas unidades y que a primeras horas de la madrugada del miércoles !u titular Ricardo Arozarena Girón y el jefe del cuarto militar del Rey, Joaquín Valenzuela se habían personado en la Zarzuela.

Rumores y alarmas

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Fuentes autorizadas de la Zarzuela facilitaron a las agencias de prensa una explicación oficial sobre esa alerta. A tenor de la misma, "el pasado martes el mando de la Guardia Real t6o conocimiento de determinados rumores y alarmas que aún siendo de carácter anónimo se estimó oportuno considerar y prevenir. Estos hechos coincidieron con el desplazamiento de una pequeña unidad de la I Región Militar, que regresaba de unos ejercicios normales a altas horas de la noche. Hasta que se comprobó la falsedad de los rumores y se aclaró la identidad, itinerarios y destino de las unidades en tránsito se ordenó una alerta limitada que produjo cierto movimiento de fuerzas de la Guardia Real".El Centro de Relaciones Informativas y Sociales de la Defensa (CRISDE), hizo pública una nota oficial cuyo texto asegura que "no es cierto y carece de fundamento que el capitán general de la primera región militar estuviese en el palacio de la Zarzuela a ninguna hora de esa noche". La nota continúa indicando el personal y material del regimiento de artillería de campaña RACA número 11 (35 personas, 2 Land Rover, 1 camión de tres toneladas y 9 transportes orugas acorazados TOAS) y del grupo de artillería autopropulsado ATP número 12 (12 personas, 2 Land Rover y 4 TOAS) que a las 0.30 horas del miércoles día 20, regresaban a sus acuartelamientos ' procedentes de la Venta de la Rubia, al suroeste de Madrid, de efectuar ejercicios de tiro con subcalibre. Esta modalidad consiste en la utilización de un sistema que reduce el calibre real de¡ proyectil a emplear, con objeto de abaratar costes y mejorar la eficacia de los tiradores, según la agencia Efe. Los ejercicios en la Venta de la Rubia continuarán con la participación de diversas unidades hasta el día 25.

El CRISDE asegura que el itinerario fue el habitual, que el movimiento se hizo, como de costumbre, en horas nocturnas para no entorpecer el tránsito y que las capitanías generales ti ' e nen siempre conocimiento previo de estos movimientos. Las fuentes del palacio de la Zarzuela, que citan las agencias, subrayaron que carecen de lógica algunas de las interpretaciones que se han dado a la medida de alerta adoptada, "pues no puede olvidarse que la Guardia Real forma paTte de las Fuerzas Armadas españolas, con las que mantienen, en todo, momento, unas cordiales relaciones de compañerismo y colaboración".

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