Fernando Savater y Dios

Fernando Savater ha ido más allá de lo que hubiera sido oportuno en el artículo La crítica del cubo, especialmente cuando tacha a la vida de imbécil y a Dios de chistoso. Que la vida de Savater sea imbécil, no lo pongo en duda. Pero dar a Dios el papel de burlador, barbero o caprichoso que juega con los hombres, lo considero una desagradable novedad. Que respete las creencias ajenas, y que la próxima vez cargue su ira de persona burlada sobre el diablo, el sino, el azar o el destino. /