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El 28 de octubre, elecciones legislativas

Carrillo pide la separación del servicio de los militares sospechosos de golpismo

El secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, pronunció ayer en el estadio del Rayo Vallecano, de Madrid, el primer mitin de su campaña electoral. A lo largo de una hora exacta y en un campo de fútbol con media entrada -el aforo total es de 35.000 personas-, Carrillo arremetió contra los golpistas y su trama civil, reiteró su creencia en la necesidad de un frente democrático, insistió en sus ataques a Fraga y manifestó la disposición de su partido a entrar en un Gobierno con los socialistas.

"El consejo superior del Ejército", dijo, "ha manifestado hoy (por ayer), y saludamos su declaración, su respeto a la Constitución y al Gobierno legítimo, y ningún Gobierno dejaría de serlo por tener ministros comunistas. Los que no quieren ministros comunistas tampoco quieren al PSOE y por eso han montado el compló". Al final de la intervención del líder del PCE, en un escenario presidido por las banderas española y del partido, los asistentes cantaron La Internacional. Carrillo fue el único dirigente comunista que no levantó el puño.En su intervención, el secretario general del PCE, que insistió en los puntos de su programa presentado días atrás -necesidad de que España salga de la OTAN y que desaparezcan las bases americanas, lucha contra el paro, potenciación de la Constitución, igualdad real de derechos entre el hombre y la mujer- reivindicó la validez del concepto de lucha de clases y del marxismo, punto en el que fue especialmente aplaudido, e hizo hincapié en el nuevo intento de golpe de Estado y en la detención de tres jefes militares: "Tras las citadas detenciones", explicó, "no hay razón para sentirse más inseguros; hay en ellas un hecho positivo: han funcionado los órganos de seguridad del Estado, que el 23-F no se habían enterado de nada y, sí se habían enterado, no se lo habían comunicado al Gobierno. Ahora han actuado y ese es un factor de confianza para los ciudadanos españoles".

Esta actuación de los órganos de seguridad no puede conducir, a juicio de Santiago Carrillo, al pensamiento de que "aquí no pasa nada". El líder comunista señaló que el compló "tiene raíces tan profundas que ningún partido sólo, y esto debe aprenderlo el PSOE, tendrá suficiente fuerza para destruirlas si no es con lo que el ex presidente Suárez llama, a su manera, un pacto de Estado, y nosotros, a la nuestra, un frente demócratico".

Santiago Carrillo se preguntó qué quería decir el secretario general de Alianza Popular, Jorge Vestrynge, al manifestar que si gobernara Fraga no pasaría esto: si Fraga "metería en cintura a los conspiradores o si estos considerarían innecesario un compló estando Fraga en el poder" y añadió que, aunque su partido se ha opuesto durante la transición a toda medida de depuración, ahora pide "la separación del servicio activo de todos los jefes y oficiales sospechosos de estar complicados en el intento de golpe de Estado. Esperar a tener pruebas", añadió, "es esperar a que se subleven".

El secretario general del PCE se refirió también a que "el mayor peligro para la democracia es que haya dos millones de hogares en los cuales no entran salarios ni subsidios, en los cuales anida la desesperación. O atacamos y vencemos el paro", manifestó, "o el paro acabará con la democracia".

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