Felipe Gónzález llama a los intelectuales y artistas a "un compromiso con la sociedad."
"El PSOE no puede sentirse dueño de¡ cambio, aunque puede jugar cierto papel en la búsqueda de este cambio" dijo ayer Felipe González en una tumultuosa reunión con más de un millar de intelectuales y artistas en Madrid, a quienes pidió "un compromiso con la sociedad". La preocupación socialista por conectar con el mundo de la cultura quedó patente ¡en todo momento en las palabras de González, que contempló cómo la invitación de su partido a los intelectuales registraba sonoras ausencias de los ámbitos culturales oficiales. En el acto se presentó el manifiesto Por el cambio cultural
Felipe González apostó por un cambio cualitativo más que cuantitativo: "En la sociedad española se da cierto hartazgo de la cantidad y el consumo". "El PSOE solo puede, en todo caso, facilitar una expresión cultural libre, facilitar la infraestructura para que pueda darse un mensaje cultural nuevo".El papel de los intelectuales y artistas será, opinó, dar un impulso ético y estético a la sociedad: "nosotros podemos conseguir votos; el intelectual no consigue votos, sino confianza, consigue ser líder de opinión, regenerar a la sociedad. A ese impulso queremos convocar. Nosotros no representamos patrimonialmente el eje del cambio, podemos llegar a tener resortes para el cambio, pero para buscar una vida cualitativamente distinta donde las alternativas no se limiten a poder elegir el sistema Pal o el Secam".
"No os pido que lleguéis a un compromiso con el partido socialista, pero sí con la sociedad. La libertad creadora es la síntesis de ese esfuerzo que deberíamos llevar a los ciudadanos de España", dijo González en otro momento de su breve discurso.
En un ambiente tumultuoso que llenaba por completo los salones del cuartel de Conde Duque, Felipe González, que estuvo acompaflado de Alfonso Guerra y de gran parte de la ejecutiva del PSOE, fue presentado por el humorista Peridis, quien dijo que ésta era una de las últimas ocasiones en que a Felipe González se le llama simplemente Felipe. "Esto es casi una despedida de soltero de Felipe; aquí se huele ya a Gobierno que tira para atrás", dijo Peridis.
El economista y novelista José Luis Sampedro se quitó el lazo de pajarita para, según comentó en privado, "conectar más con el ambiente". Dijo que el cambio empieza cuando a los jóvenes les interesa de veras lo que tratan de enseñarles las generaciones anteriores. A Felipe González le dijo: "Tenéis que estimular la educación". El catedrático de Economía dijo no entender por qué no existen grandes cantidades de universitarios dispuestos a dar clase gratuitamente en las barriadas: "Yo me comprometo a ir un día a la semana a dar clase gratis donde digáis".
"Queda muchísimo por hacer"
Felipe González, de riguroso traje azul, que llegó fuertemente, custodiado, comenzó lo que él llamó divagaciones más que un discurso, diciendo que "culturalmente, en España queda muchísimo por hacer. Si en las sociedades desar rolladas se plantea un cambio ,cualitativo como consecuencia del hastío del consumismo, en España la situación es más dramática: "no podemos olvidar que en algunas casas españolas aún no ha llegado el agua y eso también condiciona la política cultural, como la condiciona el que muchos jóvenes centren sus aspiraciones exclusivamente en la búsqueda de un empleo".
Fiel a su palabra, González se limitó a hacer algunas divagaciones, acerca de lo que debe ser la cultura en general, más que a desarrollar los puntos concretos de lo que será la acción educativa y cultural del partido socialista. Sin embargo, en el acto se hizo público un manifiesto, titulado Por el cambio cultural, en el que se afirma que el PSOE es la opción política que mejor garantiza el ejercicio de los derechos a la educación, cultura, información y el fomento de la investigación. También garantiza, según este manifiesto, la defensa y desarrollo del patrimonio histórico, cultural y medioambiental de todos los pueblos de España y la recuperación de la capacidad de nuestro país para aportar su voz a las corrientes culturales del mundo.
El manifiesto fue firmado al concluir el acto por varios centenares de los escritores, pintores, cantantes y artistas de cine que, junto con una numerosa representación de la prensa estuvieron presentes en el cóctel.
