Complicaciones para la coalición UCD-AP en el País Vasco
La coalición preelectoral entre Alianza Popular (AP) y Unión de Centro Democrático (UCD) en el País Vasco presenta complicaciones de última hora, dadas las condiciones que ha puesto el secretario general de AP en Euskadi, Florencio Aróstegui, de mantener en los carteles electorales la supremacía de las siglas aliancistas sobre las centristas y exigir que los parlamentarios elegidos por esta coalición se comprometan a votar la investidura de Fraga como presidente del Gobierno, en el supuesto de que AP obtuviera a escala nacional los escaños necesarios. Marcelino Oreja rechazó tajantemente la primera y eludió pronunciarse sobre la segunda.Aróstegui argumentó ayer a este periódico las razones de sus exigencias: "AP representa algo positivo para el electorado, mientras que UCD no representa nada. Por tanto, las siglas de AP deben ser la sombrilla de todas las demás, UCD, PDP y PDL si quieren los liberales". Y en cuanto a la hipotética investidura de Fraga, señaló que era condición imprescindible: "Iré hasta el fin del mundo con este planteamiento; nada ni nadie podrá hacerlo cambiar", fueron sus palabras.
Aróstegui, que dijo estar esperando a que le llamara Marcelino Oreja para intentar cerrar la coalición, consideró que esta fórmula electoral podría obtener cinco diputados en las tres provincias vascas y, de no llegar a un acuerdo sobre la misma, manifestó que se llevaría "un gran disgusto, porque llevo más de año y medio trabajando por ella".
Por su parte, Marcelino Oreja dijo que no aceptaba el hecho de que las siglas de UCD fuesen minimizadas ante las de AP, "porque entonces no sería una coalición", y añadió que la investidura de Fraga es un tema que no se ha planteado en ninguna de las conversaciones mantenidas con Aróstegui y que, por tanto, "en esos términos no entrarnos". Para Oreja resulta absolutamente necesaria la coalición en Euskadi por las características de excepcionalidad de Alava, Vizcaya y Guipúzcoa, porque la ley D'Hont penaliza a los partidos pequeños y "porque ese es el clamor de nuestras bases". "Yo no he oído todavía a ningún militante centrista vasco que no me haya pedido que vayamos todos unidos a las elecciones".
Ayer mismo, un directivo de la UCD vasca, Tatxo Nebrera, se dio de baja en el partido centrista precisamente por desacuerdo con la coalición con AP. Entre otras cosas, Nebrera recordó "la incoherencia que supone aliarse con un partido cuyo presidente, Fraga, defiende la necesidad del estado de excepción en el País Vasco". Las negociaciones entre centristas y aliancistas vascos proseguirán este fin de semana, ya que el martes debe presentarse la coalición ante la Junta Electoral.
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