Administración y organizaciones agrarias confrontarán mañana sus diferentes datos sobre perdidas en las cosechas

En Segovia, según los datos del Ministerio, la repercusión de las lluvias ha sido muy favorable en trigo, con unas expectativas de cosecha que se cifran en torno al 75% de la normal, y en cebada de ciclo corto, de la que se puede obtener el 70% de la media de los últimos años. El mayor daño se ha producido en cebada de ciclo largo, para la que han llegado tarde las lluvias, alcanzando los daños al 65%. Los pastos se han recuperado ligeramente.En Soria se ha producido una recuperación de las cebadas tardías y trigos, así como de pastos. La cebada de ciclo largo, que supone el 12% del total provincial, ha sufrido daños irreparables en un 40% de la superficie. En León, el campo ha dado un cambio significativo, y los cereales han entrado en una etapa de recuperación. Los mayores daños en estos cultivos proceden de las heladas de principios del mes pasado, y se evalúan en un 20% en relación con una cosecha normal.

En Salamanca, una de las provincias más afectadas, las últimas lluvias han sido muy beneficiosas para los regadíos, la siembra de girasol, viñedo y arbolado. En cereales los daños son irreversibles en el 70% de la superficie sembrada. Los pastos de secano no se verán beneficiados, por estar muy dañados. Estos últimos han mejorado mucho en Avila, al contrario que los cereales, que sufrieron los principales daños durante las heladas de mediados de abril y primeros de mayo. La siembra del girasol saldrá beneficiada, aumentado la superficie con respecto a otros años, al igual que la resiembra de la remolacha.

En Burgos se espera recolectar en torno al 60% de una cosecha normal en cebadas, avenas y centenos, y el 75% en trigos. En leguminosas la cosecha también será normal, mientras que la producción forrajera se ha desplazado en su ciclo habitual. La zona más dañada de toda la provincia es la que limita con Tierra de Campos, donde hay daños irreversibles entre el 15%-20% de la superficie de cereal. En Zamora las repercusiones de las últimas lluvias han sido muy favorables en los cereales de primavera, que suponen un 15% del total de cereal sembrado, y escasa en los de ciclo largo, con excepción de los trigos.

Para los agricultores de Valladolid, la llegada de las últimas precipitaciones ha supuesto un pequeño claro en el oscuro panorama que se les presentaba, aunque han dejado de regar 40.000 hectáreas. En otras 100.000 que estaban ya prácticamente pérdidas se recogerá hasta un 50% de una cosecha normal, si no aprieta el calor en las próximas fechas.

Por último, para las restantes 150.000 hectáreas de cereal las lluvias han llegado demasiado tarde y se están aprovechando para pastos del ganado o para siembra del girasol, del que ha aumentado la superficie en toda la cuenca del Duero. La patata, remolacha y alfalfa se verán beneficiadas, y los recursos alimenticios para el ganado no deben presentar problemas, si se suman las cosechas perdidas y las rastrojeras previstas. En Palencia, los cereales de ciclo largo habían sufrido ya daños irreversibles, mientras que los de ciclo corto, aunque son una mínima parte, se recuperan sensiblemente. La zona más afectada, al igual que en Valladolid, Burgos, León y Zamora, es Tierra de Campos, en la que el año pasado no se recogió nada. La remolacha, de la que se han sembrado 6.500 hectáreas, un 25% más que el año pasado, se ha recuperado, al igual que las 5.000 hectáreas sembradas de alfalfa y en las que no se había podido realizar el primer corte.

Daños más elevados

Para la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG), es preocupante que se hayan adoptado medidas sin antes contrastarlas con las organizaciones agrarias, dando así un giro de 180 grados a la política seguida el pasado año. Por el peso de la deuda acumulada, solicita medidas excepcionales y la declaración de zona catastrófica para dieciséis provincias de Castilla-León, Castilla-La Mancha y Aragón, "con daños superiores al 50%". Pedirán la reconversión de todos los crédito de estas zonas en un nuevo préstamo, a devolver en trece años, a un 5% de interés y tres años de carencia. E indemnizaciones por hectárea en función del daño y de la dimensión.

Según los datos de esta organización, la zona de Segovia en la que se han producido más daños ha sido en las comarcas que limitan con Valladolid, alcanzando al 80% de la producción prevista de cereales.

En Soria coinciden con las cifras dadas por el Ministerio de Agricultura, mientras que para León cifran los daños en cereal entre un 35% y un 50% de la cosecha, proporción que se eleva hasta el 80% en Tierra de Campos.

También pedirán en la mesa de la sequía que se tengan en cuenta los gastos extraordinarios provocados por la resiembra de la remolacha, que resultó afectada por las heladas.

La Unión de Federaciones Agrarias de España (UFADE) no coincide con las cifras oficiales de daños dadas para la provincia de Avila, en la que se han perdido todos los pastos y se han producido daños irreversibles en un 60% de la superficie sembrada de cereal, mientras que en el otro 40% sólo se recogerá una cuarta parte de la producción media de los últimos años.

La Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) ha indicado que la región más afectada ha sido la cuenca del Duero, produciéndose daños irreversibles en un 50% de la superficie sembrada de cereal, mientras que la otra mitad se puede recuperar con las últimas lluvias.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) estima que los daños más importantes en esta región se han producido en los cereales, el viñedo, los pastos y la remolacha, que ha tenido que ser resembrada en las provincias de Zamora, Avila, Soria, Burgos, León, donde también han resultado gravemente afectados, por la falta de lluvias y las heladas, las patatas, los frutales y los productos de la huerta en Valladolid y en Palencia.

En opinión de todas las organizaciones agrarias, las tormentas de pedrisco del pasado fin de semana en las provincias de Valladolid, Avila y Segovia han producido numerosos daños, no evaluados todavía.