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Gente

Rocío Durcal

ha rechazado, en Santo Domingo donde pasa unos días de descanso, participar en películas pornográficas. Y mientras a la actriz y cantante española le piden que se desnude en el cine, los modistos británicos han lanzado al mercado para la temporada de verano el camisón como prenda de calle. Claro que aunque se inspiran en aquella prenda utilizada por los varones en la época de Carlos Dickens, dicen, el camisón de calle no les cubrirá los tobillos a sus portadoras sino que terminará un poco más arriba de las rodillas. Parece que el nuevo atuendo intenta hacer la competencia a la minifalda y sus diseñadores, que explican que será bien aceptado porque es holgado y permite mayor libertad de movimientos, dicen que "provoca arrebatos visuales y reanima la moda en tiempos de crisis económica". Trabajo no habrá pero distración...

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