Robles Piquer hace un llamamiento a la concordia anulando las sanciones a sus críticos

El director general de Radiotelevisión Española anuló anoche las sanciones que habían sido comunicadas por la mañana a ocho directores adjuntos y subdirectores de distintos programas informativos, todos ellos firmantes de la carta de los 180. Robles Piquer, juntó con Manuel Calvo Hernando, director ole Televisión, celebró con los ocho afectados una extensa reunión, en la que, después de expresar su desacuerdo con algunas críticas a él formuladas, que le hubieran debido ser expresadas directamente, en su opinión, para su análisis y eventual corrección cuando ello fuera justo, se llegó al acuerdo de iniciar una serie de diálogos, al tiempo que se dejaban en suspenso los traslados laborales a que iban a ser sometidos los afectados.

La reunión duró tres horas y, al final de la misma, el propio director general de RTVE rubricaba los acuerdos alcanzados con unas declaraciones que Radio Nacional ofreció como primera noticia de su noticiario de medianoche. Robles Piquer lamentó, en primer lugar, que se hubiera llegado a ese clima de enfrentamiento dentro de los Informativos de. Televisión porque consideraba que no era el momento de recriminaciones sino de dialogo y concordia para lograr una información cada día más completa y más eficazmente al servicio del régimen democrático. Ambas partes convinieron en que este diálogo comenzará de modo inmediato con participación inicial del director de los Servicios Informativos, de sus directores adjuntos y de los directores y subdirectores de cada uno de los espacios informativos, asociándose paulatinamente los demás informadores.El diálogo buscará la aclaración de las diferentes posturas expresadas en las cartas cruzadas en las últimas semanas, la solución de los problemas que afectan a estos servicios y el mantenimiento de un clima de colaboración para que la información ofrecida alcance esos máximos niveles de calidad.

De acuerdo con ese espíritu, el director general decidía suspender las medidas de traslado mencionadas, formulando un llamamiento a todos los profesionales de RTVE para alcanzar conjuntamente los objetivos propuestos. Robles Piquer ratificó también la decisión adoptada por el director de TVE en el sentido de suspender los efectos de la carta remitida por el jefe de personal a los firmantes del llamado escrito de los 180. El responsable de los medios audiovisuales del Estado dejó constancia, finalmente, de su agradecimiento a quienes, en escrito posterior al de los 180, le expresaron su confianza, a los que también pide la participación en el anunciado diálogo.

Tensión en los pasillos

La jornada había sido especialmente tensa en Prado del Rey desde que, por la mañana, el director de Televisión, Calvo Hernando, fue comunicando a cada uno de los ocho directores adjuntos o subdirectores la decisión de trasladarlos a otros programas, fuera del ámbito de los Informativos. Ese clima de tensión se acentuó a lo largo de la mañana y puede continuar hoy si algunos de los altos responsables de esa área, que se mantenían una inflexibles respecto a las sanciones con una posición que venía a decir "o ellos o nosotros", no aceptan de buen grado los acuerdos a que llegó anoche su director general.La decisión de Manuel Calvo Hernando de cesar en los actuales cargos a los directores adjuntos o subdirectores de espacios nformativos era contraria, en algunos casos, a la opinión de los directores de programas de quienes dependen los destituidos. Las cartas que disponían ese cese habían sido retenidas anteayer como consecuencia de una conversación que mantuvieron el director general Carlos- Robles Piquer y Ladislao Azcona, director del programa En este país.Los siete periodistas que la dirección había destitudo de sus cargos era Luis Mariñas, director adjunto de Tele-1; Ramón Barro, director adjunto de Telediario; Agustín Cortajarena, subdirector de Antena regional; José Abril, subdirector de En tiempo de sobremesa; Carmen Rodríguez de Sepúlveda, subdirectora de En este país; Baltasar Magro, subdirector de Informe semanal; José Angel de la Casa, subdirector de información deportiva y Matilde François, subdirectora de Espacio XX. Todos ellos eran destinados a programas que no dependen de los Servicios Informativos, como el Grupo Operativo del Mundial, Alcores, Arte de vivir, Zarabanda y 300 millones.

Portavoces de los firmantes del escrito calificaron inmediatamente esa decisión de la dirección como "una sanción vergonzante e intolerable que favorece el más duro enfrentamiento entre la dirección y trabajadores desde hace muchos años", y responsabilizaban al actual director de los Informativos, Joaquín Castro, de propiciar ese enfrentamiento, las medidas represoras y la división entre los profesionales. El comité de empresa de TVE ha convocado una asamblea que se celebrará esta mañana.

La decisión de destituir de sus cargos a este grupo de los 180 que firmaron el documento en que denunciaron la actual política informativa de TVE, se consumaba por lo mañana cuando Calvo Hernando convocó a los destituidos, a quienes aseguró que no se trataba de un cese sino de un traslado, motivado por necesidades del servicio y para mantener el principio de autoridad. Joaquín Castro, director de los Servicios Informativos de TVE fue, sin embargo, quien envió el requerimiento a los directores de programas para que le contestasen si renovaban o no su confianza en los ahora destituidos. Algunos de estos directores de programas renovaron por escrito su confianza y se mostraron contrarios a las intenciones de la dirección. Este fue el caso, entre otros, de Ladislao Azcona, quien se negó rotundamente a secundar el requerimiento de Joaquín Castro que, de acuerdo con las órdenes cursadas por el director general, pedía el cese de la subdirectora de En este país, Carmen Rodríguez dé Sepúlveda. Ladislao Azcona no sólo se negó a la destitución sino que formuló por escrito una defensa profesional de su colaboradora.