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Debilidad generalizada y recortes en las cotizaciones

Los mercados nacionales de valores han continuado manifestando unos signos inequívocos de debilidad, como consecuencia, por una parte, de la mayor presencia de órdenes vendedoras en los corros y, por otra, de las reticencias a aportar partidas compradoras que vienen manifestando los principales inversores institucionales.En la jornada de ayer, todos los índices parciales de la bolsa madrileña experimentaron retrocesos que, aunque no resultaron demasiado espectaculares, sí daban clara muestra del ambiente que se respira en las salas de contratación, donde casi nadie se atreve a apostar por una recuperación inmediata del mercado.

Los bancos, una vez más, contaron con una oferta creciente que se centra en ellos como consecuencia de su aparente postura de entreguismo. Los saldos para estos valores, sin ser demasiado aparatosos, preocupaban a los responsables de las principales carteras institucionales. Solo Banesto y Santander se aproximaban a los 80.000 títulos y estas dos entidades son las que tienen unas acciones con los nominales más bajos del mercado, 250 pesetas en el caso del primero y 330 en el segundo.

No obstante, las entidades bancarias continuaron aceptando recortar el precio de sus acciones y las bajas se generalizaron entre las entidades del sector, a pesar de que la presión del papel resultaba menor que en otras ocasiones, en las que las entidades bancarias se mostraron reacias a aceptar nuevas bajas.

Estos planteamientos, que acaban por tener una incidencia decisiva en el comportamiento de los índices generales, resultan bastante curiosos e incluso han sorprendido a algunos especialistas. Está bastante claro que es prácticamente imposible establecer criterios técnicos para evaluar la tendencia de las cotizaciones de los títulos de estas entidades. Las referencias a la rentabilidad directa por dividendos son prácticamente ridículas en estos valores por cuanto sus cotizaciones, tres veces por encima del valor nominal de sus títulos, hacen que los dividendos se queden prácticamente descolgados.

La rentabilidad por tanto viene por tres canales: las ampliaciones de capital, el incremento en la cotización de las acciones, y los regalos que se puedan realizar como sustitutos de los desdobles.

En el momento actual varios bancos se muestran muy reacios a realizar nuevas ampliaciones de capital. Los dividendos se han incrementado, pero todavía no representan una rentabilidad importante frente a la inversión necesaria para adquirir nuevos títulos. Y por último, las juntas de accionistas de alguna de estas sociedades se encuentran a menos de dos meses vista de la fecha de hoy.

Por tanto, las bajas de los valores bancarios pueden verse frenadas en cualquier momento por la decisión exclusiva de las propias entidades. Ayer mismo ya se observaba más de un ceño fruncido entre los representantes de estas instituciones, ante los nuevos recortes que se vieron forzados a aceptar. Esta sencilla circunstancia hizo que más de un operador a corto plazo retirase sus órdenes de venta una vez finalizadas las reuniones, ante la posibilidad de que se produzca un cambio en la tendencia en las próximas reuniones.

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