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El proceso por la rebelión militar del 23 de febrero

La sesión de ayer se ocupó del papel desempeñado por Tejero en la conspiración

El segundo día en la vista pública del Consejo de Guerra contra los implicados en el intento de golpe de Estado del 23 de Febrero comenzó ayer en el Servicio Geográfico del Ejército, de Madrid, con la lectura de las declaraciones de los tenientes coroneles del Estado Mayor del Ejército Mariano Cañas, Luis Arana Lorite y Manuel Muller, en un intento de clarificar la actuación del general Alfonso Armada en el tiempo que estuvo en la sede del Cuartel General del Ejército durante el día de los hechos. La declaración Antonio Tejero ocupó, por su parte, la mayoría de la actividad del Tribunal. El procesado, que se negó a hacer juramento en su primera declaración sumarial, insiste en que se encontraba a las órdenes de Miláns del Bosch, al tiempo que continúa intentando implicar al rey Juan Carlos en los hechos por los que se le juzga. La sesión de ayer, que continuará el próximo lunes, concluyó con la lectura de las declaraciones del capitán de la Guardia Civil Gómez Iglesias, el teniente coronel Ibáñez Inglés y el coronel Pedro Mas, segundo de campo de Milans.

Con la lectura de las declaraciones de tres testigos, tenientes coroneles, que pueden facilitar datos sobre la participación en los hechos del general Alfonso Armada, se reanudó a las 10,03 horas de la mañana de ayer, en Servicio Geográfico del Ejército, la vista del juicio contra los procesados por su implicación en el intento de golpe de Estado del 23 de febrero.Corresponde la primera de las declaraciones leídas por el relator, a petición del fiscal togado, al teniente coronel Mariano Cañas Barrero, quien preguntado si recuerda las conversaciones que mantuvo el general Armada desde el Estado Mayor del Ejército el 23 de febrero, manifiesta que hizo en su presencia dos llamadas telefónicas desde el despacho del teniente general Gabeiras, pero afirma que no escuchó su contenido. Indica que, en la primera de ellas, Armada utilizó un tono respetuoso y en la segunda mencionó el nombre de Antonio, que supo luego podría tratarse del director de El Alcazar. Añadió el teniente coronel que poco antes de salir hacia el Congreso, Armada pronunció una frase relativa a que la solución propuesta era constitucional.

El teniente coronel Luis Arana Lorite manifestó en el testimonio recogido en el sumarlo que cuando llegó a las 22,30 horas al Estado Mayor, Armada hablaba por teléfono con alguien que no pudo identificar al que el general hablaba en tono respetuoso. Afirma Arana Loite que oyó a Armada decir que "si España me necesita, estoy dispuesto a sacrificarme por ella" mientras mantenía en una mano un ejemplar de la Constitución.

Recuerda el testigo que a su regreso del Congreso, Armada recibió una llamada del director de El Alcazar y oyó cómo el general le decía:" Antonio, yo de tí no lo publicaría" (parece que se refería al comunicado de] teniente coronel Tejero). Afirma también haber oído cómo Armada se dirigía a un grupo de generales a los que aseguró que la salida que él proponía era constitucional, y que se atenía a las condiciones puestas por Tejero.

Arana Lorite indica también que, antes de salir hacia el Congreso, Armada entró en el despacho de Gabeiras porque necesitaba el visto bueno de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM) para dirigirse hacia el Palacio de las Cortes y proponer una solución a Tejero. A u pregunta del juez instructor, el testigo confirmó que había oído contar al comandante Bonell, que acompañó a Armada al Congreso, cómo un sargento de la Guardia Civil que se encontraba en el mismo había dicho: "¡Por fin ha llegado Armada!, le estaban esperando desde el principio".

Posteriormente, el relator leyó varios párrafos de las declaraciones del testigo teniente coronel Manuel Muller en las que afirma que oyó una conversación que Armada mantenía, fuera del despacho de Gabeiras, con alguien no identificado al que el general hablaba con tono mesurado y utilizando el tuteo.

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Negativa de Tejero al juramento

En medio de un clima de expectación entre los asistentes a la vista, se leyó la primera declaración realizada por el teniente coronel Tejero en la prisión militar de Alcalá de Henares el 25 de febrero de 1981. En el acta se hacía constar la negativa de Tejero a prestar juramento. En su primer testimonio afirmó que el teniente general Milans del Boch, dentro de una operación de largo alcance, le había encargado la realización del asalto al Congreso de los Diputados, operación en la que estaba también de acuerdo el general Armada. Insistió Tejero en que se había entrevistado con Armada en la calle Pintor Juan Gris, de Madrid, y que Alfonso Armada le dijo que su puesto de mando estaría en el Palacio de la Zarzuela, donde convencería al Rey para que aceptara la operación.

Manifestó también Tejero que desde las diez de la mañana del día 23 de febrero había estado convenciendo al coronel Manchado, del Parque Móvil de la Guardia Civil, para que pusiera a su disposición las fuerzas con las que Posteriormente asaltó el Congreso. Indicó, asímismo, que la operación la había llevado muy en secreto para que no volviera a suceder como en la ocasión anterior (se refería a la denominada Operación Galaxia), en que un compañero "de toda confianza" le delató.

En torno a los detalles del asalto al Congreso, Tejero manifestó que había sufragado la compra de autobuses, anoraks y gabardinas utilizadas por los guardias que asaltaron el Congreso con dinero heredado por su esposa y que utilizó a Juan García Carrés como enlace con Milans porque se estaban cortando las comunicaciones. En su testimonio, Tejero explicó que intentó tirar al suelo al teniente general Gutiérrez Mellado, entonces vicepresidente del Gobierno, para que la fuerza que le secundaba no perdiera la moral".

La primera declaración de T'ejero hace también referencia al incidente que protagonizó con el director general de la Guardia Civil. Señala al respecto Tejero que: no sabe si apuntó a aquél o a su ayudante con su pistola. Afirma luego que el capitán de navío Camilo Menéndez Vives desconocía el plan de asalto al Congreso pero que cuando se enteró del mismo se dirigió allí sin armas y le dijo: "Vengo a acompañarte y a ponerme a tus órdenes". Asímismo, rnanifiesta que tanto el capitán Muñecar, a quien citó en Neptuno, como los guardias civiles que le acompañaban desconocían el tipo de servicio que debían prestar.

En la segunda declaración, de carácter indagatorio, el teniente coronel Tejero manifestó que mantuvo en el Congreso una conversación de hora y media de duración con el general Armada, quien le planteó la solución de un Gobierno presidido por él como único militar. Afirmó el procesado que Armada le dijo que el plan era orden del Rey y que Milans le recomendó por teléfono que aceptara el plan que le proponía Armada. Tejero testificó luego que a la vista de la llamada de Milans y de la solución que le proponían, contestó a aquél que para sustituir a Calvo Sotelo por Armada no hacía falta dar semejante campanazo y que ya no le consideraba su jefe.

El juez instructor quería saber si a Tejero le habían dejado sólo tras la toma del Congreso. En la tercera declaración del teniente coronel procesado, responde que el general Armada le había dicho que se trataba de una operación nacional y que Milans le comunicó que en

La sesión de ayer

todas las capitanías generales, excepto la I y IX, la operación estaba en marcha. Respondió también que el general Juste había dado su conformidad en la reunión de la calle General Cabrera, pero que se marcharía y sería el general Torres Rojas quien se haría cargo de la División Acorazada. Dicho general, según declaró Tejero, estuvo presente en la reunión celebrada el 18 de enero en el piso de la calle General Cabrera a la que también asistió él, el teniente coronel Más Oliver y Milans del Boch. Este, de acuerdo con lo que testificó Tejero, le contó una conversación del general Armada con los Reyes en Baqueira Beret, en la que la reina le habla dicho: "Alfonso, tú eres el único que nos puede salvar".Tejero implica también en su declaración al comandante Cortina, con quien, segun afirma, se reunió en casa de sus padres, en el Parque de las Avenidas, de Madrid. A la pregunta de quién era el jefe de la operación, señala Tejero que el comandante le explicó que el mando era bicéfalo, "que la cabeza de águila de Armada era mayor que la de Milans, aunque el auténtico jefe era el Rey". Insiste Tejero en afirmar que Cortina le aseguró que la mayor parte de los grupos políticos estaban de acuerdo con la operación y aceptarían lo que dijera la personalidad militar que llegaría al Congreso y pronunciaría la frase El elefante ha llegado.

La reunión de la calle Juan Grís

En la declaración de Tejero, leída en la sesión de ayer por el relator, el teniente coronel afirma que fue el propio general Armada quien, vestido con un elegante traje gris, salió a recibirle en el piso de la calle Juan Gris, de Madrid. Recuerda Tejero que, sentados en una salita con un sofá. y una mesa baja, Armada le dijo que no debía de haber derramamiento de sangre en la operación y que debía estar dispuesto para tomar el Congreso a las 18,10 horas del día 23 de febrero. El procesado dice que le pidió un teléfono para enlazar y aquél le contestó que para las cuestiones tácticas debía dirigirse a Milans. También declara Tejero que Armada le dijo que los generales Aramburu y Rodríguez Toquero estaban en la operación, y a las órdenes del Rey, y que Calvo Sotelo le había ofrecido la cartera de Defensa y que, ante su negativa, se la ofreció a Gabeiras quién, tras consultar con él, se había negado también.

Tras relatar los preparativos técnicos del asalto, Tejero declaro que una vez realizado, le pareció que Armada traicionaba a los de la operación, al Rey, o a ambos. En torno a la implicación del mismo en la operación para situarse en la presidencia de un gobierno, Tejero manifestó que cuando el general Armada penetró en el Congreso tras pronunciar la contraseña Duque de Ahumada, le propuso un plan por el que sería presidente del Gobierno. Le contestó el teniente coronel que en cuanto eso sucediera se temía que a él le serían puestas las esposas y Armada replicó que sería así efectivamente que era orden del Rey".

En su declaración sumarial Tejero afirma desconocer quién era la autoridad que debía de llegar al Congreso, pero que estaba seguro que se trataba de Armada, ya que fue quien le dijo la contraseña Duque de Ahumada, puesto que no se necesitaba contraseña para entrar en el Congreso pero sí para dirigirse a los diputados desde el hemiciclo. También recuerda en su declaración Tejero que cuando Armada le dijo en el Congreso "yo amo a España por encima de todo", él le contestó: "No me haga reir mi general; el último de mis guardias la ama más que usted".

Gobierno militar

A petición del fiscal, el relator pasó a leer la cuarta declaración que efectuó Tejero en el Castillo de Palma (El Ferrol), el 10 de junio de 1981, que se incluye a partir del folio 5.670. En la misma refiere el teniente coronel que se le dijo que el Gobierno que iba a constituirse tras el golpe iba a estar únicamente integrado por militares y que no le habían ofrecido ningún cargo en el mismo. También afirma que se le dijo que únicamente tenía que retener a los diputados hasta que llegase la autoridad militar que pronunciaría la consigna Duque de Ahumada y que, en ningún caso, tenía que matar a nadie.

En otro apartado de la cuarta declaración, Tejero revela que hubiera obedecido al general Armada, si le hubiera ordenado que abandonara el Congreso, Y que aquél le comunicó que en el Gobierno por el presidido estarían Felipe González, Enrique Múgica y Solé Tura, que él no aceptó. Revela igualmente que antes de abandonar el Congreso, Milans le dijo que consiguiera lo máximo posible para su fuerza y que después se rindiera.

El relator levó luego las partes del careo celebrado entre Tejero y Garcia Carrés, el 13 de noviembre de 1981, referidas a las contradicciones existentes entre ellos. La primera de ellas surge sobre el papel del paisano en la intentona golpista. En tanto que Tejero afirma que Carrés hizo de enlace entre él y Milans, el paisano lo niega e indica que lo único que hizo fue llamar a la esposa del teniente coronel en la noche del 23 de febrero. A este respecto el juez instructor precisa en sus anotaciones que apreció la misma firmeza en las declaraciones de los careados.

Tras un descanso de veinte minutos, se reinició la sesión de la mañana con la lectura del careo realizado el 13 de noviembre de 1981 entre Tejero y el capitán de la Guardia Civil Gómez Iglesias, destinado en el CESID. En el relato, el capitán negó su participación en una reunión con Tejero y el comandante Cortina el 20 de febrero. El teniente coronel procesado le exhortó entonces a que dijera "la verdad", ya que había sido él quien le condujo a la mencionada reunión y el que, a su término, le condujo en su coche. Gómez Iglesias replicó que no tenía que recibir lecciones para decir la verdad y que, en aquellas fechas, estaba recibiendo un curso en la dirección de la Guardia Civil, por lo que se encontraba relevado de mando, y, por tanto, no podía aportar nada en torno a la operación.

Tejero insistió en implicar a Gómez Iglesias y, en este sentido, afirmó que el capitán dijo al coronel Manchado, en el Parque Móvil de la Guardia Civil, que se trataba de una orden del Rey y que su intervención fue decisiva para hacer subir a los autobuses a los guardias civiles que iban a ir al Congreso. Defendió, asimismo, que fue el capitán Gómez quien proporcionó radioteléfonos del CESID durante la toma del Congreso. Lo que negó Gómez Iglesias, para señalar a continuación que él fue un espectador más en la noche del 23 de febrero.

Una certificación del presidente del Congreso, Landelino Lavilla, fue leída a continuación por el relator del juicio, en la. que se afirma que no oyó decir al teniente coronel Tejero que estaba a las órdenes del Rey y de Milans, pero sí escuchó su aseveración en cuanto a que llegaría una autoridad militar. Señalaba Landelino Lavilla en su testimonio que desconoce si había una autoridad superior a Tejero y que oyó los gritos de Viva España, Viva el Rey y Viva la Guardia Civil.

Declaración de Ibáñez Inglés

En el folio 2.988 (del sumario, se inicia la declaración. del coronel de ingenieros Diego Ibáñez Inglés, segundo jefe de Estado Mayor de la III Región militar, a las ordenes de Milans. En ella afirma que, a las ocho de la mañana del 23 de febrero, Ibáñez convocó a los mandos de la División Maestrazgo y decretó un ejercicio de alerta roja en Castellón y Valencia. Manifiesta seguidamente que a las 9,35 horas le llamó Milans para encomendarle la redacción del manifiesto del que le dió la idea del encabezamiento. Indica también Ibáñez Inglés que Milans le expresó su preocupación por el contenido de unos boletines del CESID en los que se hablaba de planes del Partido Comunista de España y Comisiones Obreras para lanzar a personas con armas y atacar cuarteles, en caso de golpe de Estado.

Afirmó el coronel en su declaración que en la reunión a la que les convocó el día 23, Milans les dijo que iba a ocurrir en Madrid un hecho importante e incruento que estaba apoyado y aprobado por el Rey. El declarante añadió que el capitán general les manifestó que personalmente no era partidario de aquella decisión, pero que la situación era insostenible, no se podía parar, y no había más remedio de cumplirla. Declaró, asimismo, el procesado que Milans les anunció que Armada daría instrucciones desde el Palacio de la Zarzuela, y luego pidió la opinión de la presentes, que se mostraron todos en forma favorable.

Tras referir cómo se había preparado todo el dispositivo militar sobre Valencia y de protección en torno a los edificios públicos, el procesado Ibañez Inglés cuenta en su declaración que al oír por la radio los disparos efectuados en el Congreso, Milans manifestó que aquello no era lo convenido, ya que se trataba de una operación incruenta. También mantiene que, en ese instante, llegaron noticias de que el dirigente de Comisiones Obreras, señor Llorca, se había personado en el gobierno civil amenazando con lanzar gente a la calle, "por lo que el capitán general decidió no retirar a los cuarteles las tropas que habían salido a realizar la operación de alerta roja y las situó en la ciudad.

En su testimonio, el coronel manifiesta que a las 20,15 horas se recibió en Capitanía General un télex del Diario de Valencia pidiendo instrucciones sobre lo que debían hacer, y también se presentaron en Capitanía dirigentes de los diarios Levante y Provincias, que se pusieron a las órdenes de Milans.

Afirma luego Ibañez Inglés que Tejero llamó por la tarde a Milans, que a las 24 horas del dia 23 de febrero se recibió un télex del Rey ordenando la retirada de las tropas y que cinco minutos después se produjo un contacto telefónico entre el capitán general y Armada, cuyo contenido desconoce. Además, precisa que, con posterioridad, Milans llamó a todas las capitanías generales antes de recibir una llamada de Tejero que le dice que Armada está en el Congreso y le ha propuesto la solución de formar un nuevo Gobierno. Testifica el coronel que Milans le dijo a Tejero que obedeciera a Armada.

"A ver si te atreves"

En el relato ofrecido al juez instructor por Ibáñez Inglés, indica que se recibió luego una llamada telefónica del Rey a Milans, que mantuvo una conversación con el Monarca, del que se despidió con la frase "Majestad, un abrazo". A este respecto señala el procesado que en ese momento estaba presente el general Caruana, gobernador militar de Valencia, que había llegado para detener a Milans, pero que éste, señalando la pistola que tenía encima de la mesa, le dijo: "A ver si te atreves".

Tras afirmar que Milans había conversado el día 24 con Armada para decirle que negociara con Tejero, el declarante señala que el 22 de febrero Milans, en presencia suya y de Pardo Zancada, había mantenido una conversación telefónica con Armada desde un despacho de una de las sociedades mercantiles de la familia Ibáñez. Se habló en esa conversación de la necesidad de reconducir la acción prevista para el día siguiente, que era difícil parar a Tejero, y decidieron que la operación se realizara de forma incruenta.

Preguntado el coronel Ibáñez Inglés por el juez instructor sobre la finalidad de la alerta roja, respondió en su segunda declaración, leída ayer, que consistía en cerrar los accesos a Valencia por el Norte. Añadió que además había sido ordenada la operación Turia, consistente en adoptar especiales medidas de seguridad en el traslado de militares.

En su nueva declaración, el coronel procesado insistió en que Milans le había encargado la redacción del bando para lo que le dió especiales instrucciones, y fundamentalmente que se hiciera hincapié en la suspensión de la actividad de los partidos políticos. Manifestó, por último, que el resto del bando estaba inspirado en el bando de guerra dictado por el general Mola, en Pamplona, en 1936.

A petición del fiscal, el relator pasó luego a leer la declaración, mediante "certificado", del gobernador civil de Valencia, Jose María Fernández del Río. A la pregunta de si se sintió marginado el día 23 afirmó que Milans le dijo esa tarde: "En mi opinión, se ha producido un vacío de poder. Me he puesto en contacto con el Rey, que me ha dicho que tome el mando". En este sentido, afirma Jose María Fernández del Río que más que marginado se sintió engañado y que consideraba que Milans se excedió porque el bando era inconstitucional.

Mas Oliver: "Lo supe por la radio"

En el folio 2.715 del sumario se inicia la primera declaración del teniente coronel Pedro Mas Oliver, ayudante de campo de Milans, que leyó a continuación el relator. En ella, el procesado afirma que el 23 de febrero tuvo conocimiento de las reuniones en Capitanía General, al tiempo que manifiesta que conoció por la radio el asalto del Congreso, en el momento en que Milans estaba reunido todavía con los jefes de su Estado Mayor. En torno a las conversaciones de Milans, señala que desconocía su contenido porque la mayoría de ellas las realizó por el teléfono rojo, que no pasa por centralita, por la que, sin embargo, llegaron las llamadas del Rey.

El teniente coronel Mas declara que conoció en vacaciones a Tejero, del que pensaba era un exaltado, pese a ser una persona seria. Añadió que era falso que en esa conversación el teniente coronel le comunicara las inquietudes de Milans sobre la situación de España y reconoce que la segunda vez que vio a Tejero fue en la reunión celebrada en el piso de la calle General Cabrera, 15, a la que asistieron Milans y Torres Rojas. Indica en este sentido que Milans les habló de unas conversaciones con Armada en las que éste le había dicho que los Reyes te habían encargado que salvara a España. Asímismo, precisó que Torres Rojas llegó tarde a la reunión e hizo alusión al coronel San Martín y a su actitud en la División Acorazada.

En su testimonio ante el juez, Mas Oliver manifestó que supo que Cortina se había entrevistado con Armada y habían fijado la fecha del asalto al Congreso, y que en la conversacion que el día 22 mantuvo Cortina con Armada y Milans, desde un despacho de un hijo del coronel Ibáñez Inglés, Armada les dijo que ya no podría parar a Tejero. Afirmó también que

Pasa a la página 18

La sesión de ayer

Viene de la página 17en todo momento siguió las órdenes de Milans.

En su tercera declaración, que fue leída más tarde, Mas Oliver amplió las circunstancias en que se desarrolló su primer encuentro con Tejero. De acuerdo ella, coincidió con el teniente coronel de la Guardia Civil en una entrevista celebrada en la calle Hermosilla, en la que también estaba presente Juan García Carrés Dice el procesado que en la reunión se habló, en general, de la situación de España, pero no comunicó la opinión de Milans sobre el terna.

Milans, "jefe moral"

Recuerda luego Mas Oliver que su segundo encuentro con Tejero se produjo el 18 de enero de 1981 en su domicilio de Madrid, en la calle General Cabrera. En aquella reunión, indica el declarante, todos consideraban ya como jefe moral a Milans, que allí se refirió a sus conversaciones con Armada, de las que este último le había contado que el Rey opinaba que era mejor un Gobierno de civiles, presidido por Armada, mientras que la Reina pensaba que era mejor un Gobierno constituido únicamente por militares.

El presidente del tribunal dió por terminada la sesión de ayer a las dos de la tarde. La vista oral se reanudará el lunes, a las diez de la mañana.

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