_
_
_
_

Iberduero califica de insostenible la actual situación de Lemóniz

Iberduero ve con grave preocupación que, debido a planteamientos políticos, se pueda prolongar la actual situación de la central nuclear de Lemóniz, que está llegando a ser insostenible, según se pone de manifiesto en un comunicado que la propia empresa remitió ayer a los medios de comunicación.

Iberduero rompe así el silencio que había mantenido mientras duraron los debates en el Parlamento vasco en torno al futuro de la central nuclear de Lemóniz, y pone de manifiesto la preocupación con que los representantes de la compañía han recogido la resolución del Pleno del órgano legislativo vasco por el que se traspasaba a la Administración central la decisión de convocar o no un referéndum sobre la puesta en marcha de la central.Medios especializados en temas energéticos han querido ver en estas manifestaciones de la compañía eléctrica con sede social en Bilbao un intento de evitar que la resolución, afirmativa o negativa, de la convocatoria de un referéndum sobre el futuro de Lemóniz termine por convertirse en un peloteo interminable entre las administraciones vasca y central y que con ello se lesionen sus intereses empresariales.

En el comunicado, que reproducimos íntegramente en la pagina 37, se puede apreciar, aparte de unas advertencias más o menos veladas sobre posibles medidas a adoptar, la voluntad de las principales entidades financieras que respaldan a Iberduero de abreviar los trámites previos para la entrada en funcionamiento de la central nuclear. Las varias decenas de millones de pesetas mensuales, sólo de costes financieros, que representa el estado actual de las obras y la nula productividad de las instalaciones constituyen un peligro que en medios financieros se teme pueda suponer una hipoteca para el futuro de la que en su día fue la más próspera de las compañías eléctricas españolas.

En medios del sector se interpreta esta declaración de Iberduero como un intento de «espolear reacciones oficiales» y conseguir que todas las partes interesadas se sienten a una mesa de negociaciones. Fuentes de la empresa han señalado en repetidas ocasiones que la solución a la central de Lemóniz pasa de una «decidida voluntad política de sacarla adelante», ya que -según la nota«los condicionamientos políticos rebasan el campo de actuación y competencias de una empresa como Iberduero».

Página 37

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_