_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las tendencias en los partidos políticos

Estoy leyendo con enorme satisfacción el testimonio de un experimentado político europeo que, entre muchas cosas de notar, habla con extraordinaria lucidez sobre el problema de las tendencias en un partido político actual.Lo primero que dice es que el partido a que se pertenece, hasta un determinado congreso, «no era más que un mosaico de hombres y mujeres, que habían militado en organizaciones diferentes, a menudo concurrentes, tal vez enemigas» (págs. 4-5). Pero que, a partir de ese congreso, hay gentes que «han comenzado la responsabilidad política en el nuevo partido viviendo la realidad sin traumas» (pág. 5). El autor piensa que, si él «consigue reunir, cimentar» a los miembros de su partido en «un potente partido ágil, diverso, multiforme, pluralista, pero, al mismo tiempo, ordenado y siempre unitario» (pág. 8), ese partido sería la primera fuerza política de su país.

Todo esto -me dirá el lector- se parece a la historia de UCD y nada tiene que ver con los famosos «cien años de honradez y firmeza» del PSOE. Luego veremos. Pero sigamos adelante.

Sobre los conflictos internos de su partido, al autor le cuestionan que «Muchos periodistas ( ... ) han tenido la sensación de que se trata, en realidad, de un conflicto de poder para controlar el partido. De un conflicto enmascarado de poder, porque en política las luchas por el poder siempre se disfrazan de consideraciones ideológicas...» (pág. 9). Respuesta: de cara a las elecciones, respetando el pluralismo, «yo seré intransigente sobre la línea política del partido».

«Compló cristiano»

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Para que los parecidos continúen, en ese partido existe un «compló cristiano» (pág. 13). Este compló, dentro del partido, «llega a constituir una corriente interna que se expresa como tal. Dispone en el exterior de redes potentes, que utiliza a veces sin tener en cuenta las posiciones de su partido e incluso en concurrencia con él» ( ... ) «Quiero añadir que la existencia de una corriente confesional exaspera por contra las corrientes que se inspiran en otros sistemas de pensamiento». Para concluir: «Pienso que ellos (los cristianos) deberían recordar, de entrada, que ellos mismos han cambiado de techo, y que bajo ese techo, nuevo para ellos, viven ya personas que no les han esperado para descubrir su razón de, ser» (pág. 13). Llama, por último, en este apartado, al sectarismo «el bacilo de Koch de los partidos». Y expone -preciosa lección- que «Yo me esfuerzo en hacer comprender a todos que el partido de que son miembros no tiene porvenir más que, sin caer en la plaga del unanismo, se haga homogéneo». Tremenda lección para todos nosotros.

En otro momento toca el espinoso tema de la representación proporcional. Se acepta en el congreso de referencia. ¿Con qué resultado? «...Las circunstancias históricas, la fuerza de los hechos, sin dejar de mencionar las afinidades naturales o adquiridas, deberían haber precipitado la ósmosis de las fracciones heredadas del pasado». ¿Qué ha ocurrido? «Justamente lo contrario es lo que se ha producido, cada una de ellas se ha organizado como comando con sus órdenes de mando, su manera de ocupar el terreno y su encuadramiento» (pág. 17). Hasta el punto de terminar diciendo que «si hace falta, llegaré hasta a proponer una modificación de los estatutos».

Supongo que el lector pensará que un partido con semejantes problemas no puede ganar unas elecciones. Y, concretamente, en la medida en que UCD muestra extrañas coincidencias, tampoco. Y que el PSOE que no parece tener ninguno de semejantes conflictos será el ganador.

Pues bien, el texto que he estado glosando pertenece, al libro Ici et maintenant, de François Mitterrand, publicado en Le libre de poche, en 1980, es decir, unos meses antes de su arrolladora victoria electoral.

es catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y director del Gabinete Técnico de UCD

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_