_
_
_
_
_
El debate de la OTAN

Sorpresa de los medios occidentales en la URSS por la dureza de la nota

«Las relaciones hispano-soviéticas están condenadas a cumplir las leyes del péndulo. Parece como si los rusos vivieran con España un apasionado amor agridulce que en algunos momentos puede estallar tempestuosamente». Con esta frase, un veterano observador centroeuropeo adelantaba de algún modo, hace pocos días, cuál sería la respuesta soviética al anuncio hecho por España de su ingreso en la OTAN.El memorándum entregado por la Embajada soviética en Madrid parece obedecer a este «amor agridulce». Sus términos, efectivamente, son bastante insólitos. Parece como si los soviéticos quisieran expresar su sorpresa, a pesar de que el ingreso de España en la OTAN se daba como algo irreversible desde comienzos de este año.

Sin embargo, los soviéticos no habían hecho hasta el momento ninguna declaración sobre el tema. Tan sólo, en varias ocasiones, se había subrayado la oposición soviética a la «ampliación de los bloques militares».

La Prensa, al informar sobre esta cuestión, se limitaba a exponer las posturas en contra expresadas por los dirigentes socialistas y comunistas españoles sin, aparentemente, tomar partido.

Después del intento de golpe de Estado del pasado 23 de febrero algún medio de comunicación soviético vino a sugerir que España estaba sometida a grandes presiones por parte de la Administración Reagan, que amenazaba con la siguiente disyuntiva: o la OTAN o la vuelta al fascismo.

Círculos occidentales en la capital soviética se interrogaban ayer sobre cuáles podrían ser las «eventuales acciones» que, según el memorándum soviético, Moscú podría adoptar en respuesta a la entrada de España en la OTAN. Lo cierto es que, hasta el momento, la diplomacia soviética había actuado con gran tacto.

Así, la decena de expulsiones de funcionarios soviéticos en España, acusados de espionaje, no dio nunca lugar a una respuesta soviética como suele suceder en estos casos. Sólo en dos ocasiones -y de forma muy discreta- las autoridades de Moscú efectuaron presiones para que dos ciudadanos españoles -una funcionaria y un empleado de una empresa comercial- abandonaran la URSS.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

De este modo, dada la delicadeza con la que la URSS ha tratado anteriormente el tema español, la dureza del memorándum ha resultado aún más llamativa a ojos de los observadores occidentales en la capital soviética. Durante los meses pasados, en Moscú se comentaba que el Kremlin trataba de evitar la exposición de su punto de vista sobre el tema España-OTAN para precisamente, no perjudicar a la oposición española, a la que el apoyo soviético podría prestar un flaco favor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_