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Nervios en vísperas de la boda real.

Ayer, cinco días antes de su boda, la futura princesa de Gales sufrió un ataque de nervios en público y abandonó de improviso, llorando, el lugar en el que su prometido jugaba un partido de polo. La crisis fue atribuida al acoso de los fotógrafos. «El día de la boda no ocurrirá nada parecido», aseguró un portavoz de palacio, dando a entender que durante la ceremonia los fotógrafos, verdadera pesadilla para ladi Di, serán obligados a guardar una prudente distancia. En la foto, el príncipe Carlos acompaña a Diana Spencer a un automóvil tras el incidente.Página 6

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