Incertidumbre en el campo
Es aún prematura cualquier valoración definitiva de los resultados agrarios del presente año, pero los rendimientos ya comprobados de las primeras cosechas nos hacen prever sin gran riesgo que la producción final agraria tendrá una magnitud sensiblemente inferior a la que, por iniciativa del Ministerio de Agricultura, se fijó en el cuadro macroeconómico que sirvió de base en la negociación de precios agrarios de la actual campaña.Tres importantes organizaciones agrarias discreparon del referido cuadro macroeconómico, y cabe afirmar que la realidad de las cosechas viene a coincidir con sus previsiones, evidenciándose la necesidad de revisión de la política agraria, resultado de aquella negociación.
La cosecha de 1980, la cosecha del siglo, neutralizada por los crecientes costes de los factores de producción, no consiguió para agricultores y ganaderos la reserva necesaria para compensar los negativos efectos de 1981 e iniciar con normalidad la siguiente campaña.
Hay incertidumbre en el campo, porque, a pesar del compromiso de la Administración de control moderado de algunos factores, resulta impracticable su utilización al nivel técnico deseado.
¿Cómo decidir el empleo de abono nitrogenado si se ha incrementado su precio en más del 32% desde julio del pasado año?
¿Cómo renovar la maquinaria que ha quedado deteriorada físicamente por su aprovechamiento más allá de lo aconsejable?
¿Cómo aplicar herbicidas, pesticidas, insecticidas y productos zoosanitarios?
¿Cómo continuar en la actividad con el lastre del endeudamiento adquirido por los saldos negativos de 1981 al coste real de los recursos financieros y sin una política agraria que permita que en situaciones de normalidad en los resultados de las cosechas se generen los márgenes que hagan posible la devolución de los préstamos?
Existe desaliento en el campo, porque no encuentra respuestas favorables a estas interrogantes.
Al campo que no quiere caer en la desesperanza le satisface recordar las palabras del señor Calvo Sotelo en su discurso de investidura: «... Mi Gobierno dará a la agricultura una atención preferente. La situación alimentaria mundial exige que aportemos recursos crecientes a este sector con el que la sociedad española tiene contraída una deuda de solidaridad ... ».
La difícil crisis en que el sector está sumido no le da al campo más alternativa que demandar con urgencia al presidente del Gobierno el compromiso asumido en su investidura. / Directivo de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos.
