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Gente

Recuperado el cadáver del niño italiano Alfredo Rampi

Juan Arias

Por fin, ayer tarde, el cuerpecillo muerto de Alfredo Rampi pudo ser recuperado en el fondo del fatídico pozo de Vermicino (Frascati), a sesenta metros y veinte centímetros de profundidad. El niño cayó a un pozo artesiano el 10 de junio, y, pese a todos los intentos que se hicieron para sacarle con vida -llenos de buena voluntad, pero con escasa base técnica-, cuatro días después se le consideraba oficialmente muerto.El cadáver de Alfredo Rampi lo sacó a la superficie un grupo de mineros que se había encargado de la última operación de rescate a través de un pozo paralelo ex cavado a quince metros de distancia del pozo artesiano donde había caído el niño.

El primero que bajó al pozo antes de que se tocaran los restos mortales de Alfredo fue el juez Misiani, quien quiso examinar las condiciones en que se hallaba. Lo encontró congelado dentro de un prisma de hielo de un metro de alto y medio de ancho. No se le podía ver la expresión de la cara. Sólo la postura. El niño estaba acurrucado, con la cabecita reclinada sobre un brazo; con el otro brazo se tapaba los ojos, probablemente para protegerse, en el momento de la muerte, de la tierra que le caía encima.

Lo que ha chocado al juez es que Alfredo tenía un pedazo de tabla debajo de la barbilla y otro debajo de los brazos. Habrá ahora que indagar si se trata de restos de la tabla que se echó para salvarle o de algo que echaron encima de él cuando cayó al pozo o cuando le tiraron, ya que esta última hipótesis, por dramática que sea, no ha sido aún descartada por los magistrados. Por ahora está en la cárcel el propietario del terreno donde se hallaba el pozo construido abusivamente. El hecho de que Alfredo se haya encontrado convertido en un bloque de hielo se debe a que se había echado al pozo una materia química para mantener su cuerpo inmune de la descomposición.

A la recuperación del cuerpo del pequeño y ya legendario Alfredino asistieron muy pocas personas. Hay en Italia como un deseo de remover hasta del pensamiento esta historia, dé la que la gente dice: "Mejor no hablar". Es una mezcla de sentimientos de culpabilidad, y dolor.

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