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Ofensiva socialista para defender su espacio político y electoral

La Comisión Ejecutiva del PSOE ha emprendido una ofensiva en distintos terrenos a fin de defender su espacio político y electoral, revitalizar la organización del partido y estudiar las posibilidades de pactar la paz entre los distintos sectores de cara al 29º Congreso, que se celebrará en octubre próximo. Para discutir esa política están previstas dos reuniones del comité federal del partido -máximo órgano entre congresos-, la primera de las cuales tendrá lugar este fin de semana, y la segunda, el 11 y 12 de julio.Programa de gobierno o de concertación. La Comisión Ejecutiva ha preparado un documento, cuya naturaleza exacta no se ha determinado aún, que parece consistir en un programa de gobierno a corto plazo o de documento-base para la concertación con el Ejecutivo, según las posibilidades que ofrezcan los próximos meses. Oficialmente calificado como «documento de bases de acción», contiene balances y alternativas en materia socioeconómica, de libertades y seguridad ciudadana, de lucha contra el terrorismo, política internacional, autonomías y política local, y otras materias ya parcialmente reveladas por EL PAÍS.

Negociaciones entre sectores internos. Tras una política de «recuperación» de antiguos miembros del sector crítico, como Francisco Bustelo o Fernando Morán, otras personas de esta corriente mantienen contactos con la ejecutiva del PSOE desde hace semanas. Aunque el proyecto no ha madurado todavía, en el fondo se discute el funcionamiento de las corrientes, la elección de los delegados al congreso por sistema proporcional -el actual es de carácter mayoritario-, las posibilidades de una dirección más «plural» a partir del 29º Congreso y el apoyo a la línea de la ejecutiva.

Ampliación de la militancia. Francamente preocupada por el descenso de militancia de los partidos, que ha afectado claramente al PSOE -sean los 40.000 miembros de que habla Pablo Castellano, sean los 100.000 que menciona Carmen García Bloise-, y más aún al observar las tendencias centrífugas que pueden representar los clubes y fundaciones, la dirección socialista ha trazado un plan de refuerzo de la militancia. Ahora se ha marcado el objetivo de llegar a 200.000 miembros en los próximos tres años. Existe un proyecto para flexibilizar el sistema de afiliación, facilitando fórmulas de vinculación que no pasen necesariamente por la pertenencia a agrupaciones locales, etcétera, cuya realización exigiría modificaciones estatutarias.

Por lo que se refiere a la particípación de socialistas en la Fundación para el Progreso y la Democracia, un sector de la dirección está en desacuerdo con recientes manifestaciones de Carmen García Bloise, en que mostraba su desconfianza hacia clubes y fundaciones.

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