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Las tres centrales italianas se alejan del pacto social con empresarios y Gobierno

Juan Arias

Las tres centrales sindicales italianas CISL, CGIL y UIL, después de una jornada entera de debate, no sólo no han conseguido ponerse de acuerdo en la discusión sobre el retoque a la scala mobile o reajuste trimestral del sueldo en relación al aumento del coste de la vida. Precisamente, han estado a punto de dividirse en un momento en que todo hacía pensar que los tres sindicatos iban a llegar unitariamente al histórico acuerdo de un pacto social, con una propuesta alternativa al Gobierno en materia económica que incluía la revisión de la intocable scala mobile.

Ahora la cabeza de turco es la CGIL, sindicato de los comunistas italianos. En los ambientes políticos se sigue afirmando que el sindicato comunista ha tenido que ceder y echar marcha atrás ante las presiones del partido de Berlinguer. La CGIL se defiende afirmando que fue la Prensa quien había dado por hecho el acuerdo, proponiendo como unitaria una propuesta que era sólo del sindicato democristiano CISL. Otros observadores afirman que en realidad no ha sido Berlinguer quien ha frenado a Luciano Lama, sino que ha sido la parte más agresiva de la misma CGIL quien se opuso a los planteamientos del secretario general Lama cuando supo que éste había aceptado la hipótesis de revisar la scala mobile.

Humillar al sindicato comunista

Todos los partidos acusaban al partido comunista de no respetar la autonomía del sindicato. Decir que el sindicato no puede hacer una propuesta porque el Gobierno es débil y hay que esperar a otro Gobierno que sea capaz de tener la fuerza de imponer otra política económica, decían democristianos, republicanos y socialistas, es humillar al sindicato, a su libertad y a su autonomía.Mientras tanto, el Gobierno Forlani, ante la primera derrota de los sindicatos, que no podrán presentarse unitariamente con su famosa propuesta de dieciocho puntos, ha decidido no esperar más y empezar desde el lunes a preparar todas las medidas anticrisis, consistentes en una lista interminable de aumentos de los servicios públicos. Lo contrario exactamente de lo que piden los sindicatos.

Por el momento, se va alargando cada vez más el consenso general de que este mecanismo de la scala mobile es uno de los elementos que llevan irremediablemente a la inflación. Es, dicen los economistas, un mecanismo que, produce aumentos en cadena. Los precios aumentan ya anticipadamente en previsión del aumento de la scala mobile.

Por otra parte, quienes preparan las listas de los aumentos de precios hacen lo posible para inflar los precios para que el aumento de los salarios no se quede pequeño. Es una carrera que no acaba nunca.

De hecho, este año se está llegando casi al doble de los puntos de la scala mobile. El año pasado fueron veinticinco, y este año, ya en el primer trimestre, se ha llegado a los catorce puntos. Por cada punto se paga aproximadamente unas cuatrocientas pesetas. Es igual para todos y para todas las categorías. Lo que hace aumentar la scala mobile son ciertos productos, y una de las cosas que más influyen son los aumentos de los servicios públicos, como autobuses, luz, teléfono, periódicos y los productos alimentarios de primera necesidad.

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