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Pesimismo en las negociaciones hispano-portuguesas

Las conversaciones luso-españolas sobre las licencias de pesca a otorgar en 1981, al abrigo del acuerdo vigente, se reanudaron ayer en Lisboa en ambiente de fuerte pesimismo.No se han registrado cambios de posición desde el fracaso de la última reunión, en enero pasado, y la parte portuguesa sigue insistiendo sobre la necesidad de reducir el número de barcos españoles autorizados a pescar en sus aguas, mientras que la representación española considera como un mínimo las 470 licencias otorgadas en 1980 y que siguen en vigor hasta finales de febrero.

Los sindicatos de pescadores portugueses han hecho llegar al Gobierno un ultimatum en tres puntos que ha sido respaldado por el reciente congreso de la central sindical UGT: no ceder a las presiones exteriores, reducción del número de barcos españoles autorizados a faenar en las aguas portuguesas, y, en caso de nuevo fracaso de las negociaciones, no prorrogar las licencias válidas para 1980.

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