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La posible ruptura del acuerdo-marco, por discrepancias salariales, endurecería gravemente la negociación colectiva

La vigencia del acuerdo-marco interconfederal (AMI) suscrito el pasado año entre CEOE y UGT aparece seriamente amenazada ante la posible falta de acuerdo entre las partes que negocian actualmente su revisión salarial. Si no se logra un acuerdo en la reunión prevista para mañana, una vez que CEOE y UGT, a través de sus respectivos órganos de gobierno, hayan adoptado una postura final respecto a la banda salarial aplicable a la revisión de los convenios colectivos, es posible que las partes traten de romper el conjunto del AMI en lo que a cada uno de los firmantes del mismo más le pueda perjudicar su mantenimiento.

En este sentido, medios empresariales señalan que ante la posibilidad de una presión obrera considerada por estos mismos medios como excesiva, quizá las bases patronales se opongan a mantener las concesiones hechas en el AMI en materia de jornada.En este capítulo, lo pactado en el AMI supone una reducción de cincuenta horas durante el presente año y otras cincuenta horas a partir de enero de 1982, de tal manera que en esta última fecha la jornada anual de trabajo quedará reducida a 1.880.

Como contrapartida a esta reducción de jornada, los trabajadores se comprometieron en el AMI a determinados niveles de productividad y contención del absentismo, que, lógicamente, también serían revisados en el supuesto de una negociación a cara de perro.

No obstante, esta posibilidad tan sólo afectaría a los convenios colectivos cuya vigencia es de un año, ya que los pactados el pasado año con una duración de 48 meses tan sólo deben revisar su contenido económico, con lo que su negociación queda al margen de cualquier especulación que no sea salarial.

En este último caso, no obstante, se encuentra gran número de convenios, importantes tanto por el número de trabajadores a los que afecta como por la difícil situación económica por la que atraviesan los sectores a los que pertenecen. Tal es el caso de casi todos los convenios de hostelería, bastantes de construcción y algunos del metal.

Al margen de las especulaciones en cuanto a la negociación colectiva entre las partes afectadas por el acuerdo-marco con este roto, sobre las partes en litigio planea la sombra de Comisiones Obreras, que, aunque los resultados obtenidos en las recientes elecciones sindicales han supuesto para la central comunista la pérdida de casi cuatro puntos respecto al porcentaje de representatividad con que contaba a raíz de los comicios de 1978, sigue por delante de UGT en más de un punto y comparte con la central socialista la hegemonía sindical en este país.

A este respecto, medios empresariales, conscientes de que en esta ocasión, CC OO no se automarginará como en el pasado año de la negociación colectiva -el 90% de la cual se desarrolló dentro del AMI-, se disponen a contar con la presencia de este sindicato, aunque les preocupa que su participación en los convenios se produzca sin que UGT pueda contar con el paraguas que de cara a sus propias bases representa el AMI.

Abundando en esta posibilidad, los referidos medios patronales señalan que fue UGT quien aceptó, frente a las tesis de CC OO, cuando se negociaba el pasado año el AMI, que la inflación a considerar de cara a la negociación salarial fuera la referida al año durante el que estará vigente el convenio en discusión, y no la inflación del año anterior.

En esta ocasión, el temor empresarial, sobre la base de que no exista finalmente el AMI, a que ambos sindicatos alcancen un acuerdo para hacer un frente común en reivindicación de la negociación de acuerdo con la inflación pasada, es decir, del 15%. «Esta circunstancia endurecería gravemente la negociación», apuntan los referidos medios.

Banda salarial

En cualquier caso, la negociación aún permanece abierta para establecer finalmente una banda salarial que sea asumida por UGT y CEOE. Durante este fin de semana ha permanecido reunido el comité confederal de UGT para, entre otros temas, tratar de su posición ante la última oferta patronal, fijada en una banda de entre el 10 % y el 13%.La posición de la central socialista en este sentido, una vez que ha trascendido públicamente, y quizá de una manera dilatada en el tiempo, su estrategia negociadora, le compromete ante sus bases al mantenimiento de su postura final, manifestada en la reunión del pasado Iunes con la CEOE. Esta postura final de la comisión negociadora ugetista situaba la banda entre el 12,5 y el 15,5%.

Por su parte, la patronal, cuya junta directiva también estudió el tema el pasado viernes, mantiene de manera oficial la banda del 10%-13%, aunque se espera que en la reunión de mañana pudiera ofertar hasta un 14%.

En cualquier caso, aún es un punto y medio por arriba y dos puntos y medio por abajo lo que distanciaría a las partes, por lo que la especulación sobre la posible ruptura cobra visos de realidad.

No obstante, una última posibilidad podría ser que la patronal accediera a subir hasta el 15%, manteniendo el punto de partida en el 10%, con la pretensión de que sus bases en más difícil situación económica pudieran asumir esta banda sujetándose al punto más bajo.

En cuanto al encuentro que la pasada semana -dentro de la práctica habitual en este sentido entre ambos dirigentes- mantuvieron Felipe González y Ferrer Salat, no parece que lo tratado en el mismo haya servido para variar las respectivas posturas políticas de la CEOE y el PSOE respecto a la situación económica en general y, en concreto, al tema salarial.

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