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Felipe González: "Debería negociarse un plan económico antes de que lleguemos a 2,5 millones de parados"

«Las próximas elecciones generales se celebrarán a principios de 1983, aunque no deben descartarse unas elecciones anticipadas, que el PSOE no propicia ni desea». Esta declaración fue efectuada ayer por el secretario general de dicho partido, Felipe González, en una conferencia de Prensa que se prolongó más de dos horas. El líder socialista hizo numerosas referencias a la posibilidadad de que su partido gane las próximas elecciones -equiparando dicha circunstancia a una verdadera «ruptura democrática»-, y dijo que a finales del año próximo España puede alcanzar la cota de dos millones y medio de parados si el Gobierno no practica una política de concertación socioeconómica.

Rodeado por una gran parte de los miembros de la ejecutiva socialista, con los cuales había permanecido enclaustrado desde el pasado jueves, Felipe González trazó un panorama bastante sombrío de la situación del país. «A finales de 1982», dijo, «puede haber dos millones y medio de parados en este país, lo cual sería un escenario peligroso para la confrontación electoral». Criticó en términos duros la línea neoliberal del actual Gobierno, su resistencia a una política de concertación en materia de empleo, y su presunta intención de aplicar un «bisturí salvaje» a la reestructuración industrial, y afirmó que la liberación de los tipos de interés va a hundir a millares de empresas.En relación con la crisis de las fuerzas políticas situadas a su izquierda y a su derecha, Felipe González dijo que la crisis ideológica del PCE no es extraña, puesto que ha lanzado un eurocomunismo que no es asumido por el conjunto del partido, pero que es aún más lógica en el caso de UCD, dado que fue un «partido de aluvión» que, tras la victoria electoral, ha comenzado a plantearse cuáles son sus verdaderas bases.

Se refirió después a la crisis biológica -generacional, precisó después- de los comunistas, y a la crisis estructural que afecta a los partidos en el momento en que se plantea un cambio en la estructura del Estado. A través de esta exposición, y sin afirmar expresamente que al PSOE actual no le ocurra nada de esto, procuró dar a entender que su partido ya está curado de los tres problemas -pasó el primero, la crisis ideológica; hizo a tiempo la renovación de sus dirigentes y adaptó su estructura interna a la futura organización autonómica-, por lo cual se encuentra en las mejores condiciones relativas para demostrar al pueblo que los partidos son capaces de «ocuparse más de los problemas de la sociedad y menos de sus fagocitosis internas».

Preparativos electorales

Preguntado por la posibilidad de que tras el congreso centrista de Palma de Mallorca se plantee la hipótesis de unas elecciones anticipadas, Felipe González expresó su creencia de que la situación política continuará en una «normalidad entre comillas», caracterizada por la dificultad de que el Gobierno se asiente en una mayoría sólida, sin acuerdo-marco en el plano laboral y con una conflictividad más alta que el año pasado.No mostró entusiasmo alguno por destacar la línea de unidad de la izquierda -«haremos todo lo posible para evitar la división del país en dos mitades»-, y adelantó después su opinión personal de que la primavera próxima será el momento decisivo para realizar los esfuerzos de configuración de las fuerzas políticas de cara a la futura confrontación electoral. También confirmó haberse entrevistado recientemente con el ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, afirmando que la reunión «no tuvo mayor trascendencia» y que se limitó a un «análisis de la situación política, sin entrar en detalles. Mi impresión es que Ordóñez está out tanto respecto al aparato centrista como en relación con los que atacan al aparato».

Otra cuestión tratada en la con ferencia de Prensa fue la posición del PSOE respecto a las cadena privadas de televisión, que «ha sido, es y será en contra».

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Prioridades para 1981

Al enumerar las prioridades de actuación para 1981 fijadas por la ejecutiva socialista en sus reuniones del jueves y viernes, el secretano general enumeró especialmente las siguientes:- Actualización del programa económico, que ha de ser «más audaz en la contención del desempleo».

-Plan de trabajo pormenorizado en materia de educación, asistencia sanitaria y política de viviendas, que «desde la oposición sea nuestra alternativa, y desde el poder, nuestro programa».

- Apoyar la concertación en materia social y económica. «Los trabajadores no pueden perder poder adquisitivo en sus salarios», dijo, agregando que debe negociarse con los sindicatos la reestructuración de los sectores en crisis. «Apoyaremos las presiones sociales contra cualquier intento de imponer un bisturí autoritario».

- Replantear las prioridades en el Parlamento, que no debe ser únicamente un órgano de debate jurídico-político y de producción de disposiciones legales, sino un órgano de control auténtico de la labor gubernamental.

- Atención prioritaria a los municipios, sobre todo a los que se encuentran en peores condiciones de financiación, «que en su mayor parte no son las grandes capitales, sino treinta o cuarenta municipios de los cinturones industriales de las grandes ciudades».

- Trabajo intenso hacia el interior de la organización socialista. « La ejecutiva no ha tratado en absoluto el tema de que haya aparecido una corriente llamada Izquierda Socialista; es decir, que ni se ha ocupado ni se ha preocupado de ello», comentó.

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