El embajador de España en París, convocado por el ministro de Exteriores de Francia

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean François Poncet, recibirá hoy, a las cinco de la tarde, al embajador de España en París, Miguel Solano, para pedir información a las autoridades españolas sobre la liberación de los presuntos autores del atentado del domingo en Hendaya.

La convocatoria al Quai d'Orsay del embajador de España tiene un marcado carácter político. Normalmente es el secretario general del Ministerio galo quien recibe a los embajadores, por lo que se ha subrayado el hecho de que sea el propio ministro François Poncet, quien se entreviste con el diplomático español, siguiendo también la conversación que no hace muchos días mantuvo en su departamento con su homólogo español, José Pedro Pérez-Llorca.En el curso de esta entrevista, una y otra parte intentarán homologar las distintas versiones que circulan sobre el atentado de Hendaya y la posterior fuga de sus presuntos autores. Asimismo, saldrá a, colación el convenio hispanofrancés de 1965, sobre «oficinas y controles yuxtapuestos» de aduanas, según el cual las dos partes se comprometían a no ejercer el control de entrada de viajeros hasta que la parte contraria ejerciera el de salida. Los tres presuntos autores del atentado pasaron el puesto galo en automóvil a toda velocidad y rompieron una barrera para pasar a disposición de la policía española, que los dejó en libertad, a pesar de que los gendarmes de la aduana francesa reclamaron el controI de los fugados.

Asimismo, no se descarta la posibilidad de que en esta conversación se aluda a la posible suspensión de la visita de un alto funcionario del Ministerio español del Interior, acordada durante la estancia de Pérez-Llorca en París. En aquel momento, el ministro español habría sugerido un encuentro entre los rninistros encargados de la seguridad de ambos países, Rosón y Bonel.

Descoordinación ministerial

No se descarta tampoco la idea de que en dicho encuentro Pérez-Llorca diera algún tipo de garantía a los franceses sobre un control severe de la policía española contra los grupos terroristas de extrema derecha que, como el Batallón Vasco Español, actúan en la zona. Si esto fue así, el atentado de Hendaya ha dejado en muy mala posición al ministro español y ha revelado una descoordinación total entre altos funcionarios del palacio de Santa Cruz y el Ministerio del Interior o un reparto tosco de papeles entre ambos departamentos, haciendo uno una labor de conciliación con Francia y otro desempeñando una actitud dura, como lo demuestran las declaraciones oficiales del director general de la Seguridad sobre el atentado de Hendaya.La incógnita que se plantea ahora será la de saber si, una vez esclarecidos los hechos de Hendaya, las autoridades francesas mantienen su reciente oferta de colaboración con España en los planos policial y de extradiciones, según se acordó en la última visita del ministro Pérez-Llorca a París, o si la situación se encuentra en su punto de partida.

Por último, no se descarta la posibilidad de que, durante su visita al Quai d'Orsay, el embajador español reciba una nota oficial de protesta del Gobierno de Francia por el comportamiento de las autoridades españolas ante los sucesos de Hendaya.