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Reticencias de la banca al programa gubernamental de vivienda

Las reticencias que viene manifestando la banca privada al programa trienal de construcción de viviendas propuesto por el Gobierno quedaron de manifiesto en la intervención de Teijeiro, asesor económico del, presidente de la Asociación de la Banca Española (ABE), durante su intervención en las jornadas de Eurofórum, que se celebran en Barcelona. A las indicaciones explícitas de que el programa debería afectar a todo el sector, y no sólo a las viviendas sociales, se sumaba la impresión de que buena parte de la familia bancaria ha planteado un «tour de force» al Gobierno.

Respecto a este proyecto, que no le resulta grato a la banca y que no parece estar interesada en aceptar, si no es a cambio de unas contrapartidas sustanciales, contrapartidas que podrían venir dadas por el reajusto al alza de los tipos de interés que los fondos públicos de inversión obligatoria para el sector.A esta impresión vendría a contribuir el inesperado aplazamiento en la firma del acuerdo entre representantes de la banca y el vicepresidente para Asuntos Económicos, Leopoldo Calvo Sotelo, en principio prevista para el pasado martes, pero pospuesta a última hora por «razones técnicas» hasta hoy jueves.

A juicio de Teijeiro, de la Asociación de la Banca Española, al dedicar una parte del esfuerzo a la vivienda protegida, la vivienda libre puede «irse al garete», ya que los módulos de vivienda libre implican un mayor uso de materiales y de mano de obra por unidad que en la vivienda calificada de protección oficial.

Antonio Santillana, presidente del Banco Hipotecario de España, explicó el contenido de la ley de Regulación del Mercado Hipotecario y las nuevas posibilidades que, se abren a la financiación de la vivienda en el país, insistiendo de forma especial en la creación del mercado secundario de hipotecas, «que permitirá dar movilidad a unos recursos financieros», que hasta ahora no estaban a disposición de esta actividad. Señaló la «escasa canalización de recursos hacia el sector inmobiliario», agravada a partir de la liberalización de las inversiones de las cajas de ahorro y de la importante escalada de los tipos de interés, tanto a largo como a corto plazo, lo que ha traído como consecuencia el que las instituciones de crédito «estén cada día menos dispuestas a inmovilizar parte de sus recursos a largo plazo».

En cuanto al mercado secundario de títulos hipotecarios, Santillana destacó dos caminos Posibles: uno, el establecimiento de la obligación de inversión en los mismos para determinadas entidades (inversión institucional), y otro, mediante el ofrecimiento de ciertos atractivos para que el ahorrador último los adquiera. Estas cualidades o atractivos deben girar en torno a la seguridad, la rentabilidad y la liquidez.

La instrumentación de este mercado va a encontrar, a juicio de Garcia Valdecasas, algunos obstáculos de cierta importancia.

«Un aspecto que suscita cierta preocupación», dijo, «desde el punto de vista de las empresas promotoras, es la defensa de la posición jurídica de los propietarios de los inmuebles», pues el prestamista asume «un elemento de riesgo» que consideran excesivo.

Por otra parte, los márgenes de intermediación de este mercado, que en otros países no llegan al 1 % (la diferencia entre el coste del crédito para el que lo toma y para el que lo da), no parece que puedan ser en nuestro país inferiores al 2,5%, más el coste de seguro, lo que pone el coste final de esta financiación en torno al 17%, que resulta ya bastante elevado y poco viable.

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