El Papa clausuró el V Sínodo General, en el que se defendió la indisolubilidad de la familia
El papa Juan Pablo II dirigió ayer un discurso a los obispos sinodales en el que revela algunas de las propuestas hechas por el sínodo en un documento que ha quedado secreto por voluntad del Papa.Juan Pablo II, después de la ceremonia de clausura del V Sínodo General, que trató esta vez el tema de la familia en el mundo contemporáneo, se despidió uno por uno de los doscientos obispos que habían participado en el debate.
Según el Papa, el sínodo ha defendido de nuevo la indisolubilidad del matrimonio y ha reafirmado la práctica de la Iglesia de no admitir a los sacramentos a los divorciados que contra la norma se han vuelto a casar. En otros momentos de su discurso se refirió a los temas del control de nacimientos y a la mujer.
Varios obispos, entre ellos el cardenal Enrique y Tarancón, arzobispo de Madrid, habían manifestado públicamente su parecer favorable a la publicación del documento sinodal, pero el Papa afirmó en su discurso que «éstas indicaciones doctrinales y pastorales sobre la familia deben encontrar una realización concreta». Por eso, el mismo Papa, basándose en las 43 proposiciones del sínodo, redactará un documento para toda la Iglesia.
En cuanto al mensaje del sínodo a las familias, que el cardenal Tarancón calificó de «sin garra», afirma que «cuanto más cristiana es la familia, es más humana», por lo que se entiende como un mensaje dirigido a las familias creyentes y católicas más que a las familias del mundo.
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