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El traslado de la planta de Consiber en Murcia enfrenta a trabajadores y empresa

«Paulatinamente, nuestra empresa irá cerrando poco a poco todos sus centros de trabajo. Primero fue Barcelona, ahora quieren que sea El Palmar. Seguro, muy seguro, que mañana le toca a Don Benito. Y el precio de ello ya se sabe: centenares de personas a la calle». Así rezaba uno de los párrafos del comunicado que los trabajadores de la factoría Consiber, SA, en El Palmar (Murcia), entregaron en la Delegación Provincial de Trabajo al término de una manifestación que recorrió el centro de Murcia y que congregó a un millar de personas.

La manifestación, convocada por los principales partidos de izquierda y las centrales CC OO, UGT y SU, tenía por objeto apoyar la postura de los trabajadores, contraria al traslado de la factoría que la empresa tiene en El Palmar a Don Benito (Badajoz), donde cuenta con otra.

La firma Consiber, dedicada a la fabricación de conservas, entre ellas los zumos y salsas Frucó y los alimentos para animales domésticos Sanders, cuenta actualmente con las factorías de Don Benito y El Palmar y unas instalaciones en Madrid, sede de la dirección.

El conflicto en la factoría de Murcia, que tiene 71 trabajadores fijos y 350 fijos discontinuos, se inició el pasado 12 de agosto, cuando la dirección presentó un expediente ante la Delegación Provincial de Trabajo de Murcia solicitando el traslado a Don Benito. El expediente fue rechazado por no ir acompañado de un informe del comité de empresa, que fue solicitado por la dirección con fecha 19 del mismo mes y presentado por el comité el pasado viernes en el último día de plazo. Ahora, oídas ambas partes y cumplidos los requisitos legales, la delegación debe resolver sobre si, como pide la dirección, acepta el traslado o si, como solicitan los trabajadores, lo deniega.

Escasez de agua y de espacio

Las razones expuestas por el director general de Consiber, Rafael Sarandeses, en el informe elevado a la Delegación de Trabajo, indican que «ante los resultados económicos motivados por una situación estructural, a la que se une una grave coyuntura nacional e internacional, Consiber, SA, ha tenido que replantearse el futuro de la sociedad para evitar, adoptando a tiempo las medidas precisas, entrar en situación de suspensión de pagos y consiguientes expedientes de extinción de contratos de trabalo que afectase a todos los centros de trabajo de la empresa». La aludida concentración, «sólo podría darse en el centro de Don Benito (Badajoz)».Esta conclusión es argumentada por la dirección de Cónsiber en función de los inconvenientes que, a su juicio, presenta la factoría de El Palmar, localidad pertenenciente al término municipal de Murcia, y que serían «la escasez de agua, la falta de espacio en la nave de fabricación, la atomización de almacenes y servicios de la nave de fabricación y la clasificación de zona urbana por el plan parcial de urbanización, que impide cualquier ampliación o modernización de la fábrica».

"Las razones son otras"

Pero los trabaladores, para los que un traslado al otro extremo de España supone casi tantos inconvenientes como si se quedasen sin trabajo, alegan que los argumentos que expone la empresa encubren unas intenciones que no se atreven a confesar. Desde que Consiber inició, hace unos dos años, la campaña de comercialización de la marca Fruco ha conseguido ponerse en cabeza de la venta de zumos en el mercado nacional. El notable incremento que durante ese tiempo han experimentado las instalaciones de oficinas en Madrid iría encaminado a cerrar los centros de trabajo de Murcia y Badajoz para dedicarse exclusivamente a la comercialización de una marca que ha conseguido un prestigio en el mercado, encomendando la elaboración de los productos a otros fabricantes.Cin referencia a los inconvenientes correctos alegados por la dirección, el informe del comité de empresa señala que «en ningún momento se han producido cortes de abastecimiento de agua, salvo en los casos que han afectado al conjunto de la población y que hay que ceñir a una sola ocasión, en mayo de 1979, debido a una avería en la red general», añadiendo incluso que «el problema de la corroslón en algunas instalaciones citado por la empresa es en buena parte inventado».

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