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El PNV propone que el Parlamento vasco tome medidas para la pacificación de Euskadi

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha presentado a la Mesa del Parlamento vasco una proposición no de ley en la que se recoge una serie de medidas tendentes a la pacificación de Euskadi, tales como la promulgación de las normas necesarias para la garantía de las libertades democráticas públicas y, en particular, la legalización de todos los partidos políticos y el desarrollo y profundización del Estatuto vasco. La propuesta incluye el llamamiento a todas las fuerzas vascas para que asuman las vías políticas, renunciando a la violencia de las armas, previo a la consideración de «cuantas medidas de gracia sean precisas en favor de la necesaria reconciliación».Se inicia la proposición nacionalista con una valoración del significado que para el logro de un autogobierno pleno de Euskadi tiene la existencia del Parlamento vasco. Afirma el PNV que dicha Cámara ofrece, por primera vez, la posibilidad de institucionalizar el País Vasco y de gobernar sus propios asuntos, «aunque», precisa, «en circunstancias difíciles, casi críticas, en las que los problemas políticos, económicos y sociales deben ser afrontados resueltamente ».

«Esta vocación histórica del primer Parlamento de Euskadi», se señala, «presupone, ante la actual situación de nuestro pueblo, y precisamente para que se cierre la larga etapa que ha llevado a aquélla y se inicie su reconstrucción política, cultural, social y económica, establecer unos criterios básicos de generosida,d que impulsen a la reconciliación, de respeto a los derechos de la persona y de aceptación de que sólo a través de la confrontación política de las plurales ideologías, defendidas a través de nuestras propias instituciones, podrá pervivir y desarrollarse Euskadi en paz y en libertad».

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Para el PNV, la pacificación de Euskadi pasa por el estricto respeto del derecho a la vida

Viene de primera página.Con esta perspectiva, el Grupo parlamentario del PNV propone a la Cámara adopte una serie de acuerdos. El primero, y quizá el más significativo, es una declaración («ante la situación excepcional en que vivimos y la responsabilidad histórica que a todos corresponde») en tomo a las condiciones que se precisan para el logro de la pacificación de Euskadi.

El Partido Nacionalista Vasco considera que las condiciones que se precisan para la pacificación de Euskadi pueden resolverse en estas cuatro:

«Promulgación y adopción de cuantas normas y medidas tiendan a conseguir una profunda y auténtica democracia: respeto estricto de todos y cada uno de los derechos de la persona, en especial el de la vida, libertad de expresión, legalización de todos los partidos políticos y garantía de las libertades públicas».

«Garantía de la efectividad del derecho del pueblo vasco a su autogobierno, mediante el urgente desarrollo y profundizar ción del Estatuto de Autonomía, disponiendo la inmediata constitución de las comisiones y juntas mixtas previstas en el mismo, y acordando cuanto se requiera para evitar la existencia de otras normas que limiten o rebajen el auténtico contenido de aquél».

«Aceptación por todos los ciudadanos, grupos o fuerzas políticas y sociales de las vías políticas como único cauce, dentro del sistema democrático, para la legítima y necesaria confrontación de todas las ideologías y opciones, renunciando a la violencia de cualquier clase y al recurso de las armas».

Finalmente, y «como consecuencia de lo anterior, la consideración de cuantas medidas de gracia se precisen para liquidar los efectos y situaciones personales derivados de las etapas hasta hoy vividas, en favor de la necesaria reconciliación, profunda y completa, de todos con todos».

«Sólo del cumplimiento de estas propuestas», se indica en el texto, «podrá derivarse el logro del objetivo histórico de paz y libertad». La propuesta nacionalista solicita luego del Parlamento instar a las fuerzas en él representadas a impulsar el sistema legal previsto para posibilitar la participación de Navarra en las instituciones autónomas vascas («desde el estricto respeto a la voluntad de los navarros») y propiciar un esfuerzo previo de conciliación de las diversas posturas existentes al respecto «a fin de favorecer la respuesta democrática del pueblo navarro».

La proposición del grupo peneuvista concluye sometiendo a la aprobación de la Cámara legislativa vasca un acuerdo por el que aquélla adquiriría el compromiso de orientar el ejercicio de cuantas competencias le corresponden a la consecución plena de los fines anteriormente citados, «velando además por el adecuado ejercicio de los derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos e impulsando una política tendente a la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, procurando el incremento de empleo y la estabilidad económica ... ».

El texto que el PNV somete a la discusión y aprobación del Parlamento vasco viene a ser un resumen del discurso pronunciado por Carlos Garaikoetxea en la fecha de su proclamación como presidente del Gobierno vasco. El escrito puede interpretarse probablemente como un intento por parte del PNV de salir al paso de las recientes acusaciones de pasividad en la potenciación de la Cámara legislativa vasca que le ha hecho la opositión. Confirma esta impresión el comunicado que, conjuntamente con el texto de la proposición, ha remitido el PNV a los medios informativos, en el que se afirma: «El PNV no intenta relacionar su ausencia del Parlamento de Madrid con demora alguna en la puesta en marcha del Parlamento vasco, y tiene especial interés en que éste entre cuanto antes en pleno funcionamiento ». «Por ello», añade la nota, «lamenta que los citados partidos estén presentando mociones puramente testimoniales, en vez de elaborar proyectos serios de institucionalización y de resolución de los graves problemas del país ... ».

Como para reforzar esta afirmación, el PNV remite ahora al Parlamento vasco un amplio material de trabajo en el que se sintetizan todos los elementos necesarios para un debate en torno a la solución de los más graves problemas que hoy tiene planteados Euskadi. Esta actitud podría también interpretarse como un esfuerzo de los nacionalistas para demostrar que son ellos quienes conducen el proceso del autogobierno y que asumen definitivamente la responsabilidad a que la mayoría obtenida en las elecciones del 9 de marzo les obliga.

Puede haber más: al plantear medidas para solucionar temas tan delicados como la amnistía o la eventual incorporación de Navarra a la comunidad autónoma vasca, el PNV podría tener la pretensión de adelantarse al debate que sobre estos dos temas va a producirse a muy corto plazo en el Parlamento, en un intento por contrarrestar el contenido más radical de las mociones que sobre ambas cuestiones ha presentado Euskadiko Ezkerra hace ya varias semanas. Concretamente, en el tema de la amnistía, los nacionalistas plantean una solución a este contencioso en un contexto general de condiciones mínimas para la pacificación, que incluye el compromiso previo de un cese de la violencia.

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