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La Administración afronta la ordenación del sector siderúrgico

El Gobierno ha decidido cancelar el Programa Siderúrgico Nacional para el período 1974-1982 y revisar las nuevas circunstancias de política industrial puestas al servicio del mismo, según un real decreto del Ministerio de Industria y Energía publicado el pasado sábado en el Boletín Oficial del Estado.En la exposición de motivos del citado decreto se da cuenta del cambio experimentado en las previsiones contenidas en el decreto de 1974 referente a política siderúrgica y que, de forma esencial, se enmarcan en la negativa evolución de la demanda, que ha acusado fuertemente la crisis nacional e internacional. Como consecuencia de ello, se dice en el real decreto, «el sector siderúrgico se ha visto afectado por un fuerte desequilibrio, que aconseja modificar los condicionamientos» que establecía el Programa Siderúrgico Nacional.

En virtud del real decreto se faculta al Ministerio de Industria y Energía a modificar las actas de concierto de las empresas del sector siderúrgico no integral acogidas a la acción concertada, de forma particular en el capítulo de capacidades de producción programadas al término del concierto. Esta línea de actuación, según fuentes fidedignas, irá complementada por la autorización al Banco de Crédito Industrial de concesión de créditos adicionales a las empresas del sector que hayan realizado inversiones al amparo de aquella acción concertada, aprobada en 1974 por decreto.

El importe máximo de aquellos créditos girará en tomo al 30% de las inversiones reales efectuadas durante los últimos cinco ejercicios y que ascendieron a algo más de 50.000 millones de pesetas. El tipo de interés de estos créditos será del 10% y se liquidarán por trimestres vencidos. El plazo abarcará las doce anualidades, de las cuales podrían quedar exentas de amortización del principal hasta un máximo de dos años.

Por lo que se refiere a las garantías exigidas por las entidades financieras es propósito del Gobierno, según las mismas fuentes, que sea el propio Banco de Crédito Industrial el que admita un más elevado riesgo. No obstante, se propiciará qué los préstamos principales concedidos.Y los que en el futuro se puedan conceder queden cubiertos de forma preferente con garantías hipotecarias sobre el inmovilizado de la empresa siempre y cuando su valoración actual sea suficiente para que el riesgo no exceda del 75 % de aquel valor.

En la política del ejecutivo con la siderurgia no integral figura como primera meta a alcanzar la concesión de facilidades mediante crédito oficial para sanear económicamente el sector tras las inversiones realizadas y cuya rentabilidad sufre unas circunstancias negativas entre las que figuran sus propios incrementos de costes, una progresiva disminución de la autofinanciación y diferentes limitaciones de financiación en los hasta ahora cauces previstos por el crédito oficial.

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