El juicio por la "matanza de Atocha"
«( ... ) Dejemos a los jueces que actúen con equidad y -serenidad, con la esperanza de que pondrán de manifiesto todas las complicidades y aplicarán todo el rigor de la ley a los culpables. Lamentablemente, por diversas circunstancias, algunas culposas y otras desgraciadas, no están en el banquillo de los acusados todos los que debieran estar. (...)Motivos de preocupación y de indignación por la forma como se han desarrollado las cosas no faltan. Con todo, es de desear que el enorme potencial emotivo del caso y sus grandes posibilidades de politización, tanto en el foro corno en la calle, dejen paso a un análisis completo, objetivo y público de los hechos y de las intenciones criminales de sus autores, directos e indirectos.
Por el contrario, alentar justificables resentimientos o capitalizar políticamente, a favor de unos o de otros, un suceso por naturaleza execrable, sólo nos llevaría a empujar la espiral de la violencia a la cual precisamente se quiere combatir y condenar con el juicio por la "matanza de Atocha" ocurrida en aquella nefasta "semana trágica" de la transición de hace ya nada menos que tres años.
Hacer justicia ha de ser también la mejor forma de erradicar la violencia. Administrar justicia sin presiones de nadie, que demasiadas son las que ha habido. ».
, 19 de febrero
