_
_
_
_
_
Gente

Mark Thatcher,

corredor automovilista, está dando muchos quebraderos de cabeza a su madre, la primera ministra del Gobierno de su majestad británica. Desde que el joven Mark decidió hacer de modelo publicitario para una empresa de tejidos de Japón no han cesado las críticas de los ingleses al que consideran traidor a los intereses comerciales patrios. Estas críticas ya han llegado al Parlamento y han tomado forma de debate típicamente inglés. Los laboristas prendieron el fuego de la polémica en la Cámara de los Comunes. Denis Canavan interpeló a la jefa del Gobierno sobre la decisión de su hijo de promocionar una marca extranjera, y la señora Thatcher respondió, sin comprometerse demasiado, que «muchos jóvenes prometedores se ven forzados a emigrar del país». Canavan no se arredró y prosiguió preguntando, en el mejor estilo parlamentario de Westminster: «¿Nos asegura usted que si su hijo decide emigrar de su país nos hará el favor de llevar a su mamá consigo?» Margaret Thatcher respondió con el humor que a veces le aflora: «Si ambos somos tan prometedores, ¿no será mejor que nos quedemos aquí?»Mark tiene, de todos modos, oportunidad para quitarse de encima los sambenitos que le han colocado sus compatriotas. La revista británica Men Only (Sólo para Hombres) le ha ofrecido el equivalente en libras de más de tres millones de pesetas por hacer publicidad de la revista en las carreras automovilísticas en las que participe. La decisión de Men Only, que es una especie de Play-Boy inglés, de hacer esta oferta al hijo de la primera ministra se produjo después de que Mark Thatcher amenazara con abandonar el Reino Unido si persistía la campaña que se mantiene contra él, después de que una firma textil japonesa le diera 10.000 libras (casi millón y medio de pesetas) por anunciar sus productos en todo el mundo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_