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Tres etarras armados se fugan de la prisión de Martutene tras reducir a sus vigilantes

Izaskun Arrazola, Jesús María Zalegui y Miguel Machirena, miembros de ETA (p-m), se fugaron de la prisión de Martutene en la mañana del domingo. La acción fue llevada a cabo sobre las diez y media, coincidente con el tiempo de visitas que la dirección del centro concede a los familiares de los presos.

, A esa hora, uno de los reclusos se dirigió a un funcionario de prisiones a través de una de las verjas interiores de la cárcel, con la aparente intención de entregarle un paquete destinado a sus familiares. El funcionario, al recoger el paquete, fue reducido por seis reclusos a punta de pistola y, posteriormente, despojado de su uniforme y maniatado. Idéntica operación fue llevada a cabo con otros dos funcionarios que acudieron al lugar.El grupo de fugados abrió a continuación la puerta que comunica el departamento de mujeres con el de hombres. tras reducir igualmente al funcionario que custodia este paso. Izaskun Arrazola se unió en ese momento al grupo de fugados, tres de los cuales se vistieron con las ropas de los guardianes. Los siete presos se dirigieron entonces a la zona de recepción de paquetería divididos en dos gupos. Izaskun Arrazola, Jesús María Zalegui y Michel Machirena, que formaban el primer grupo -según ETA (p-m), en razón de su mayor condena-, redujeron asimismo a los funcionarios de esa estancia, se desprendieron de sus uniformes y salieron a la calle mezclados entre familiares de presos.

Una vez fuera, los tres militantes de ETA (p-m) subieron a dos coches Seat 127 que habían sido aparcados en las cercanías por un grupo de apoyo exterior. Momentos antes de que los coches emprendiesen la huida, un centinela de la Guardia Civil observó algo sospechoso en la sección de paquetería y avisó al jefe de guardia, quien alertó a su vez a los números de vigilancia. El segundo grupo, cuya huida había sido prevista cinco minutos más tarde, fue detenido poco después. Los cuatro presos, uno de los cuales vestía el uniforme de un funcionario, son Juan José Auserdi, Santiago Lopetegui, José Luis Zabaleta y, Jon Baroja.

Izaskun Arrazola era uno de los presos más conocidos de ETA político-militar a raíz de las denuncias de tortura presentadas tras su detención. Una vez realizada la fuga, la policía montó dispositivos de vigilancia en toda la zona para tratar de localizar a los fugados pero, al parecer, sin resultado.

La forma en que los fugados consiguieron el arma o armas empleadas para la fuga dio origen ayer a versiones contrapuestas, al menos aparentemente. Mientras fuentes de la prisión sostienen que la pistola pertenecía a uno de los nuevos funcionarios de la prisión trasladados hace pocos días. ETA (p-m) afirmó ayer a través de un comunicado enviado a Radio Popular de San Sebastián, que la mayor dificultad con que tropezó la operación fue precisamente el introducir las armas dentro de la prisión. Esta organización terrorista, tras celebrar el «éxito de la acción», bautizada como «operación Pinu», señala que los preparativos de la ekintza (acción) han durado varios meses. El nombre de la operación está relacionado directamente con la palabra empleada en el argot carcelario para denominar a los vigilantes (pinus).

Los polis-milis afirman que la liberación de los militantes presos ha sido una preocupación constante en esta organización. «Con arrestos con negociaciones si es preciso o directamente con la acción armada», señalan, «iremos arrancando los presos de las cárceles. »

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