Ecuador
EL PAIS de 16 de diciembre, de un comentario sobre Ecuador nos ha recordado a varios ecuatorianos la necesidad de plantearnos preguntas sobre el grado de veracidad y aun de validez de informaciones, que, tomando como base dos o tres cifras, emiten sentencias cuya mayor fortaleza radica en que los lectores no han tenido, o no tendrán, ocasión de confrontarlas con la realidad.Quiero dejar muy claro que mi preocupación no es el juicio político sobre un Gobierno. Todo lo contrario: si de algo se enorgullece una democracia es de atender el criterio de los demás y de solicitar que los desacuerdos ideológicos sean expuestos con franqueza.
Si he entendido bíen, el articulista hace una enumeración de los; presuntos defectos de Ecuador; entre ellos, los siguientes: «El Gobierno democrático de Jaime Roldós no ha podido superar las graves tensiones que sufre el país. La mayoría de la población es de origen irídio y habla preferentemente el quechua. »
Esta noticia se da días después de que el presidente lograra superar, a través de diálogos, el distanciamiento de la Función Ejecutiva con el Congreso. Sobre las «graves tensiones», resta por saberse a qué se refieren.
Quiero suponer, cuando el comentarista menciona que «la