Los comunistas andaluces celebran su congreso constituyente
El dilema nacionalidad-región, el carácter y contenido de la reforma agraria y la composición del futuro comité central aparecen como los temas fundamentales de discusión en el congreso constituyente del Partido Comunista andaluz (PCA), cuyas sesiones se iniciaron ayer en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos, con asistencia de quinientos delegados de toda Andalucía.Si bien la decisión de celebrar este congreso se adoptó hace más de un año, el triunfo electoral del PSA, que gravitó con fuerza sobre el informe presentado al congreso por el secretario político saliente, Fernando Soto Martín, ha alterado sustancialmente los términos concretos del debate, que en los últimos meses ha tenido lugar en el partido de los comunistas andaluces, con pronunciamientos radicalmente enfrentados y que, lejos de lo habitual, han trascendido, de una u otra forma, a la opinión pública.
De hecho, la conferencia provincial de Cádiz, preparatoria del congreso, rechazó las tesis oficiales del comité regional saliente que definen a Andalucía como una «comunidad diferenciada», situando como tarea fundamental de los comunistas «la construcción nacional de Andalucía». Esta misma posición es defendida abiertamente por dirigentes comunistas de Comisiones Obreras de Andalucía, y de modo especial por Antonio Romero, secretario general de Comisiones Obreras del campo, que ayer mismo publicaba un articulo en este sentido en Mundo Obrero, que era una réplica a la posición sostenida días atrás en el periódico comunista por Antonio Iglesias, secretario de organización del mencionado comité.
No obstante, la postura más declaradamente nacionalista es defendida en el congreso por la delegación de Málaga, cuya conferencia provincial aprobó por una mayoría rotunda (112 votos frente a doce) la definición de Andalucía como nacionalidad, junto a la caracterización del PCA como partido autónomo, aunque integrado en el PCE. Conscientes de la posición minoritaria en que se encuentra, algunos significados componentes de las delegaciones de Cádiz y Málaga explicaban ayer a EL PAIS que tratarían de unificar sus criterios y romper la homogeneidad con que se prevé voten las restantes delegaciones provinciales.
Precisamente la delegación de Málaga consiguió en la jornada de ayer algo infrecuente en un congreso comunista: enmendar las normas de funcionamiento del mismo, que habían sido elaboradas por la dirección y los portavoces de las delegaciones, consiguiendo que se aprobase por mayoría que las delegaciones presentes dispusieran del mismo tiempo para defender sus opiniones (las normas concedían el tiempo en función del número de delegados de cada provincia).
