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El joven muerto en Tolosa era el último preso vasco amnistiado

El joven que resultó muerto por disparos de la Guardia Civil el miércoles, cuando huía de un caserío próximo a Tolosa, es Francisco Aldanondo Badiola, Ondarru, último preso político vasco amnistado el 9 de diciembre de 1977.

Francisco Aldanondo fue detenido en la localidad guipuzcoana de ltxaso, el 8 de marzo de ese mismo año, cuando viajaba en un coche con otros dos miembros de la rama político-militar de ETA, que fueron abatidos a tiros por la Guardia Civil.Aunque no existe constancia del tema, los datos con los que se cuenta dejan abierta la posibilidad de que Aldanondo estuviera en estos momentos encuadrado en un comando autónomo. No existen dudas, sin embargo, de que había abandonado las filas de ETA político-militar. «No pertenezco a ETA », dijo a la salida de la cárcel de Martutene, «pero seguiré luchando por la libertad nacional y social de mi país hasta conseguir una Euskadi independiente y socialista.»

Francisco Aldanondo hacía una vida normal -cualquier día se le podía ver tomando vinos en la parte vieja donostiarra- y desde su salida de la cárcel había participado en numerosas manifestaciones y actos populares organizados por las fuerzas políticas y ciudadanas de la izquierda vasca.

La versión oficial informaba escuetamente que una patrulla de la Guardia Civil, que reconocía la zona de Tolosa en busca de una emisora pirata, se dirigió a un caserío, del que salió huyendo un joven que «lanzó una granada y disparó con una pistola». Más adelante, además de enumerar la relación de armas encontradas en el caserío, la nota indicaba que la Guardia Civil había dado la señal de alto reglamentaria al joven que huía.

Según el testimonio de la familia del caserío Maila Bekoa, a las diez y media de la mañana llegaron cuatro guardias civiles vestidos de paisano a bordo de un automóvil rojo. «Armados con sus metralletas nos preguntaron por otro caserío, y tres de ellos se dirigieron hasta allí, mientras el cuarto quedaba apostado cerca de nuestra casa. A las doce escuchamos muchos tiros y vimos como un joven rodaba por la pendiente, mientras que los tres guardias civiles disparaban desde arriba y el otro lo hacía desde las proximidades de nuestro caserío.»

Según estas declaraciones, no se había escuchado ninguna explosión durante la mañana y tan sólo se percibieron con nitidez las detonaciones de una veintena de disparos. Más adelante señalaron que a las cuatro de la tarde escucharon una fuerte explosión, seguida de numerosos disparos, sin que pudieran ver lo ocurrido, ya que se encontraban en el interior de la vivienda. La nota de la Guardia Civil no mencionaba este detalle, y ayer fuentes oficiales aclararon que los disparos efectuados por la tarde fueron realizados por miembros de la Guardia Civil para hacer explosionar la granada que habría lanzado Aldanondo.

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La identidad de la víctima no se conoció hasta últimas horas de la noche del miércoles y el cadáver no fue recogido hasta transcurridas nueve horas del suceso. El cuerpo sin vida de Aldanondo fue conducido ayer hasta su localidad natal de Ondárroa.

Una nota oficial hecha pública a últimas horas de ayer por la Comandancia de la Guardia Civil asegura que Francisco Aldanondo era en la actualidad responsable del comando autónomo denominado Zapa-Roberi.

La nota acusa a la víctima de haber participado en el asesinato del jefe de la Policía Municipal de Pasajes, el 13 de diciembre de 1978; del intento de secuestro de un industrial de Azcoitia, en marzo de ese mismo año, y del robo, el 6 dejunio de este año, de una pistola a un inspector de policía en el barrio viejo donostiarra.

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