Sobre la Feria del Libro Periférico
Trabajamos en la caseta número 4 (Ediciones Nuevo Sendero), del barrio de Villaverde.El viernes 28 de septiembre nos presentamos en Villaverde para la apertura de casetas a las once de la mañana. Es absolutamente falso que los niños de Villaverde destrozasen las casetas, sino que la empresa encargada de su montaje no había terminado las obras.
Se terminan el sábado 29 de septiembre a las doce de la mañana. Desde ese mismo momento, las personas, en su mayoría amas de casa haciendo la compra con prisa, comienzan a interesarse por las obras expuestas.
No se puede decir que las ventas sean fuertes, pero menos se puede decir que exista falta de interés. Por nuestra caseta han desfilado gran variedad de personas, desde jubilados hasta niños a las salidas de los colegios.
Los vecinos de Villaverde han mostrado su satisfacción por la descentralización de la feria. Los vecinos de Villaverde han preguntado sobre los temas de los libros que desconocían. Los vecinos de Villaverde nos ven comiendo, bajando del autobús, etcétera, y nos saludan con auténticas muestras de cordialidad.
Hoy, día 4, a las diez de la noche, no tenemos ninguna noticia de que se piense en abrir las casetas tan solo después de las 6.30 horas de la tarde. Tampoco hasta el día de hoy hemos atendido a nadie que nos preguntase sobre el desarrollo de la feria para hacer un reportaje.
Tememos pensar que tras la noticia de EL PAÍS del día 4, «La feria del libro periférico es un fracaso», exista algún interés de aquellos que llevaron la feria al Palacio de Cristal de la Casa de Campo.
