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Favorable reacción de los mercados a las medidas monetarias de EEUU

El dólar se recuperó ayer hasta alcanzar las cotas más altas del año en los mercados de cambio de Europa y Japón, en una clara y positiva reacción a las medidas adoptadas el pasado fin de semana por la Reserva Federal norteamericana. Simultáneamente, el oro continuó su descenso en todos los mercados, certificando una baja que comenzó la semana pasada tras la positiva atmósfera creada por las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Belgrado.

En Japón, el dólar alcanzó su cotización más alta desde mayo del pasado año, superando incluso las ganancias obtenidas después que el presidente Carter anunciara, el pasado 1 de noviembre, su plan de acción en apoyo de la divisa norteamericana. Ayer, la paridad del dólar se estableció a 226,30 yens en las transacciones irregulares de las primeras horas. Después bajó a 225,50 yens.En Europa, las medidas adoptadas por la Reserva Federal norteamericana, aunque interpretadas como un plan de acción, principalmente orientado a combatir la inflación, tuvieron una acogida favorable en los mercados de cambio, que se vio incrementada con la posibilidad de que, en un plazo relativamente corto, Washington ponga en circulación una nueva serie de los llamados Carter bonds en el mercado alemán y expresados en marcos.

No obstante, en medios europeos se considera improbable que la serie de medidas anunciadas el viernes por la noche por Paul Volcker, presidente de la Reserva Federal, consigan estabilizar de una vez por todas los mercados cambiarios y los del oro. En este sentido, los expertos europeos coinciden en que las medidas norteamericanas tienen un sabor mucho más de tipo doméstico que orientadas a estabilizar el valor del dólar.

En concreto, el paquete de medidas de la Reserva Federal, incluye:

1. Incremento de un 1% en la tasa de descuento bancario norteamericana, hasta un porcentaje récord del 12%. Se da por seguro que esta decisión provocará una nueva carrera de los bancos comerciales estadounidenses para elevar su tasa de interés prioritario, o prime rate, hasta uno o dos puntos por encima del ya récord del 13,50% establecido hace semana y media por el Chemical Bank de Nueva York.

Es significativo que, en unas declaraciones, el domingo, el presidente de la Reserva Federal señaló que este incremento ayudará a restringir la circulación monetaria y sus fuertes incrementos en los pasados años. Ayudará también a reducir el número de dólares circulantes en Europa y que contabilizan un neto disponible de 200.000 dólares (el total se calcula en 600.000 sólo en el euromercado). Volcker añadió que, como meta, su banco emisor se propone que las disponibilidades monetarias líquidas no aumenten este año por encima de un 6%, en lugar de los porcentajes descontrolados de hasta un 24%, que lo hicieron en años anteriores.

2. El Federal Reserve Board también impuso la obligación a sus bancos afiliados de mantener un depósito obligatorio del 8 % en todas las transaciones realizadas en el euromercado. El objetivo de esta medida, complementaria de la anterior, es reducir el número y monto de las operaciones realizadas por los bancos norteamericanos en eurodólares.

3. Una modificación de la política monetaria seguida por el banco emisor estadounidense, que tratará ahora de concentrar sus operaciones en los mercados a largo plazo, en lugar de hacerlo en tipos de interés a corto plazo.

Ausencia de ventas de oro

Aunque, en esencia, las reacciones a este paquete de medidas ha sido considerablemente favorable, algunos expertos apuntan las ausencias, algunas bastante notables, que deja sentir el plan. Entre ellas, la más importante es cualquier tipo de decisión concreta en el área de los mercados de cambio y en el del oro. Algunos expertos europeos consideraban, tal como se puso de manifiesto la semana pasada en las reuniones del FMI en Belgrado, que si tanto el Tesoro norteamericano como el FMI aumentaban sus ventas de oro en el mercado libre, el precio del metal amarillo se estabilizaría.Pero, según destacó ayer un agente neoyorquino, el Gobierno Carter parece haber dejado para más tarde cualquier actuación en este campo, ante el descenso continuo que han iniciado los mercados del oro en lo que al precio se refiere. Así, en los tres últimos días de la semana pasada, el oro perdió más de ochenta dólares, y ayer, a la apertura del mercado de Londres, la onza se cotizó al cierre a 374,50 dólares.

Esta cantidad implica ya casi nueve dólares menos que el viernes pasado y certifica que, después de las alzas espectaculares hasta los 448 dólares por onza el lunes de la semana pasada, el oro ha comenzado a estabilizarse.

No obstante, existe la impresión en algunos medios europeos de que esta estabilidad sea pasajera. Ayer, un banquero de Zurich, interrogado por un periodista norteamericano, opinó que la falta de medidas concretas en el paquete Volcker significará nuevos descansos en el valor del dólar y alzas en el precio del oro. Ayer, sin embargo, la realidad del mercado fue otra.

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