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La expedición que trata de rodear el mundo por los polos pasó por Barcelona

El Benjamin Bowring, buque que transporta a los miembros de la Transglobe Expedition, abandonó el puerto de Barcelona ayer al amanecer. La expedición, que pretende dar la vuelta al mundo por los polos, salió el pasado 2 de septiembre de la localidad de Greenwich (Inglaterra). Los expedicionarios pensaban realizar una exposición en Barcelona sobre los objetivos del viaje, exposición que tuvo que ser suspendida debido a diversos problemas técnicos. Horas antes de que zarpara el barco, Enric Canals habló con el coordinador de la expedición, Anthony Bowring.

«El próximo puerto», explica Bowring, «es Argel. Allí la expedición abandona el barco y atraviesa el Sahara occidental, hasta Abidjan, en un Land Rover. De allí a Ciudad del Cabo y, un par de meses después, en febrero de 1980, estará en la base de Borga Massif, un pequeño puesto de investigaciones polares dependiente de la República Surafricana.»La expedición deberá permanecer parada en ese lugar por espacio de unos ocho meses. Tras este período se iniciará la etapa principal del viaje.

«La expedición cruzará la Antártida», señala el coordinador, «en octubre de 1980. Se ha calculado que tardará unos cuatro meses en realizar la travesía. Tres hombres, a bordo de un trineo mecánico, cruzarán las 2.600 millas de hielo, mil de las cuales aún no han sido exploradas por el hombre. Estos hombres son Ranulph Fiennes, Charles Burton y Oliver Shepard. El aprovisionamiento se realizará mediante un pequeño bimotor que lanzará en paracaídas cuanto precisen. Los otros dos miembros del grupo, Virginia Fiennes y Simon Grimes, permanecerán en la base al cuidado de las transmisiones. »

Con respecto a los peligros que presenta la travesía, el señor Bowring señala que «el cruce de la Antártida es el momento más peligroso del viaje. Existen allí vientos de hasta 175 kilómetros por hora, temperaturas de hasta 80 grados centígrados bajo cero y, lo peor, unas grietas que se forman en el hielo que llegan a tener una milla de profundidad. Son escasamente visibles, por lo que el peligro es mayor.»

De haber un accidente, ¿se suspendería la expedición? «No. De ninguna manera», señala, «puesto que está previsto que, en caso de accidente, los hombres sean sustituidos por el resto del equipo y reemplazados por gente que vendría de Inglaterra, de la oficina de la expedición que funcionará en Londres. Es más, no puede suspenderse ni retrasarse.

Sobre el carácter científico de la expedición, Anthony Bowring manifestó que se llevará a cabo «un estudio de la propagación de las ondas de radio en aquellas latitudes. Realizaremos observaciones meteorológicas y, por supuesto, la medición cartográfica del territorio inexplorado. También estudiaremos los glaciares y diversas mediciones cardiológicas».

Si todo va bien, la expedición volverá a Londres en 1982, tras recorrer 98.000 kilómetros.

«De la base de McMurdo pasaremos a Austria, Los Angeles y Vancouver. La expedición remontará el río Yukon, hasta Dawson, en botes hinchables. Allí se iniciará el cruce del Polo Norte, en trineos y esquíes después de pasar el invierno polar -más de cuatro meses- en Albert, la punta más septentrional de Canadá. »

En el archipiélago de Svalbard les esperará el Benjamin Bowring.

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