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Discreto duelo atlético Francia-Italia

La penúltima jornada de atletismo en los Juegos Mediterráneos volvió a registrar un duelo a discreto nivel entre Italia y Francia, países que se han repartido hasta ahora la mayoría de los triunfos. El mejor nivel, sin embargo, estuvo en la longitud, ganada por el recordman europeo, el yugoslavo Nenad Stekic, con 8,21 metros y cinco de sus seis saltos por encima de los ocho metros. España obtuvo su segunda medalla de plata por mediación de Domingo Ramón, que mejoró su marca personal en los 3.000 metros obstáculos, pero fue una lástima que el lento tren de los primeros mil metros le impidiera superar el récord de España.La cuarta jornada atlética, penúltima de los Juegos, volvió a decepcionar más que otra cosa, pues únicamente la longitud masculina alcanzó un tono elevado de calidad. El desencanto empezó ya con la suspensión de las series de 1.500 y 110 metros vallas masculinos -después de decir que sí había por culpa de Moracho, al no existir participantes más que para las finales directas. En pértiga, cuando se esperaba un duelo en las alturas entre Houvion -5,65 este año- y Bellot -5,50-, con la presencia del recordman español, Oriol -dos veces 5,35 y once por encima de los 5,20 esta misma temporada-, todo se quedó en nada. Bellot pasó grandes apuros para saltar los 5,10 y los 5,30 al tercer intento, fallando claramente en los 5,50. Houvion, muy seguro hasta los 5,30, sin nulos, estuvo muy mal en los 5,45. El viento de cara les perjudicó, como a Oriol, que con sólo 5,10 y un aceptable intento sobre los 5,20, que pudo ser válido, obtuvo una de sus peores marcas del año. Ganó el bronce, que era lo esperado.

La lástima estuvo en los 3.000 metros obstáculos, donde Domingo Ramón, por falta de táctica, perdió la gran ocasión de superar el récord de España, en posesión de Antonio Campos, con 8-21-0. El italiano Scartezzini, claro favorito, marcó un ritmo muy lento que le convenía en los primeros mil metros -2-52-89-, para reservar su fuerte final, y Ramón sólo tomó el mando en el siguiente kilómetro -2-48-52-, cuando ya el récord era muy difícil. Scartezzini, según la lógica, le superó a falta de trescientos metros, y el español, con 8-25-8, mejoró su marca personal en un segundo.

Quien sí batió el récord nacional eléctrico en pentatlon fue Ana Pérez, aunque «pinchó» en peso, con sólo 8,38 metros, y en 100 metros vallas, donde estuvo sobre su mejor marca, en 15-14, pero pudo superarla si no hubiese fallado en la salida. Saltó 1,74 en altura -donde tiene el récord nacional, de 1,77, en sus piernas-, 5,76 en longitud y 2-17-73 en 800 metros. También fue una pena que sus rivales no le hiciesen sombra en esta última prueba, su punto más fuerte, y donde podía haberse acercado a los 2- 10-0. Con todo, al llegar a los 3.852 puntos, borró los 3.780 que poseía desde los pasados Campeonatos de España. Con tiempos manuales tiene 3.937, a dieciséis del récord de Montserrat Pujol.

En waterpolo, España perdió injustamente, por 6-5 en una de las semifinales, con Yugoslavia -ex campeón mundial-. El arbitraje, sutilmente parcial para los yugoslavos, fue decisivo. España ahora sólo puede aspirar al bronce.

A falta de la séptima y última regata de hoy, el canario José Luis Doreste, absoluto dominador de la clase solitaria finn, con cinco triunfos de seis pruebas, ya es medalla de oro.

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