_
_
_
_
_
CIENCIA

Investigación activa sobre el aprovechamiento de la energía solar y eólica

El próximo día 23 va a celebrarse el Día del Sol, celebración que no pretende reanudar los cultos ancestrales propios de todas las culturas al astro creador de energía y vida, sino, esta vez, en la nueva versión de lograr algo más concreto y práctico de nuestro sol: el aprovechamiento de su energía de radiación. Activas investigaciones en todo el mundo, en un campo en el que nuestro país también tiene mucho que decir, se orientan hacia la búsqueda de recursos energéticos alternativos, máxime cuando la energía de origen nuclear, por fisión, es contestada crecientemente por ciertos sectores sociales. También la fuerza eólica, robada al viento, será fuente inspiradora de centrales de aprovechamiento energético. En ambos casos, nuestro país va a protagonizar interesantes experiencias.El próximo mes de octubre ha sido declarado mes internacional del ahorro de energía, según acuerdo oficial de la Agencia Internacional de la Energía. Con este motivo, el Centro de Estudios de la Energía (CEE) propulsa en nuestro país la investigación científica en diversos campos de desarrollo energético, insuficientemente desarrollados hasta la fecha.

Se pretende «atraer la atención sobre la necesidad de hacer del ahorro un componente esencial de las políticas energéticas. De igual modo, permitirá demostrar que es posible economizar energía en todas las facetas de la vida diaria, utilizándola de manera juiciosa y eficaz y evitando los despilfarros».

La búsqueda de nuevas técnicas de obtención de energía es uno de los objetivos propuestos con la convocatoria de este mes del ahorro energético. En esta línea va a pasar inmediatamente a la fase de diseño, proyecto de fabricación y construcción una central cólica que basa la obtención de energía en la fuerza del viento. La central se construiría en Tarifa, Cádiz. «Se trata», afirman sus promotores, «de una estación de ensayo, para determinar las posibilidades que esta nueva fuente de energía tiene en nuestro país, y de los resultados que se obtengan se podrán sacar conclusiones válidas sobre las posibilidades de construcción de pautas de mayor potencia, con carácter comercial y su posible ubicación en otras zonas de la geografía nacional.»

Además de la zona seleccionada se ha detectado como de excelentes condiciones para la utilización de la energía eólica el noroeste, noreste, levante, sur, valle del Ebro y, sobre todo, las islas Canarias.

También el Centro de Estudios de Energía promueve el proyecto de creación en Almería de una central electrosolar. La planta piloto, bajo el nombre CESA-1, con una inversión de 1.300 millones de pesetas, desarrollará una tecnología en la que nuestro país ya es autosuficiente. Según el director del CEE, Juan Temboury, la investigación en el campo de la obtención de fuentes de energía alternativa está a la altura de la que se lleva a cabo en otros países avanzados. La central electrosolar de Almería ocupará un millón de metros cuadrados que promoverá este organismo, dependiente del Ministerio de Industria. «Una hectárea por cada cien sería suficiente para suministrar toda la energía eléctrica que el país demanda », opina el señor Temboury.

La oposición de ciertos sectores. populares a la energía de origen nuclear, complejo problema que no puede abordarse en estas líneas, es un hecho paralelo al creciente desarrollo tanto a nivel de inventiva como de realización concreta de nuevas posibilidades energéticas.

Avión de energía solar

En esta línea de innovación e innovación, la agencia Efe acaba de informar sobre la presentación de un avión, único en el mundo, propulsado por energía solar. El avión realizó el jueves 14 de junio, en el sur de Inglaterra, un primer vuelo de 1. 100 metros. El aparato tiene 20,40 metros de envergadura, 103 kilogramos de peso y está propulsado por cuatro motores de un caballo cada uno, que accionan una hélice única, dispuesta sobre la parte habitable. Los cuatro motores están alimentados por 750 células solares colocadas sobre las alas. Según el inventor del artificio, Frederick To, arquitecto procedente de Hong-Kong, las células son similares a las que se instalan en los satélites artificales para abastecer las necesidades energéticas de los mismos.Un periódico británico, el Daily Express, ha propiciado la experiencia. El aparato, bautizado con el nombre de Solar One, voló a nueve metros de altura y a lo largo de 1.126 metros sobre una pista del aeropuerto de Lasham. «No ha habido ningún problema», ha declarado el piloto, David Williams, investigador aeronáutico. «Corté el motor después de despegar para planear y le puse en marcha nuevamente en vuelo.»

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_