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Tensión entre las ejecutivas del PSOE y UGT del País Vasco

La reunión que estaba programada entre las ejecutivas de la Unión General de Trabajadores y del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) no se ha celebrado todavía, a pesar del intento fallido antes de las elecciones municipales y la buena voluntad demostrada por Txiqui Benegas en la manifestación del día 1 de mayo.

En la reunión se trataría de las relaciones entre las dos organizaciones socialistas, que en los últimos tiempos han tenido posturas encontradas, en relación, sobre todo, con los diferentes aspectos de la actuación de la ejecutiva del sindicato.La tensión se inició en el congreso de la UGT de Euskadi, celebrado el último trimestre del pasado año, en el que un grupo de personas importantes dentro de la central se presentó para puestos directivos en candidaturas diferentes a las avaladas por el partido.

Más tarde, en el congreso de la UGT de Vizcaya, para evitar esta situación, el comité confederal del PSOE aprobó un acuerdo por el que se obligaba a apoyar las candidaturas defendidas por el PSE-PSOE. Más de cuarenta personas de cierta relevancia dentro de la UGT de Euskadi y Vizcaya, que repitieron su actitud en el anterior congreso, fueron expedientadas por el partido y enviadas a la comisión de conflictos y apartadas en militancia, aunque aún no se ha hecho público el fallo definitivo.

Esta decisión en el PSE alteró a un sector ugetista en su actitud frente al partido y provocó la necesidad de intentar el arreglo entre las dos orpanizaciones socialistas.

Según fuentes de la central, los sindicalistas estuvieron dispuestos a dimitir de sus cargos si se llegaba al acuerdo de confeccionar una candidatura mixta, de tal forma que los órganos de poder en el sindicato se repartieran entre los denominados dos sectores. No hubo acuerdo, según las mismas fuentes, por el deseo del partido de poseer para sus avalados las secretarías generales de administración de organización.

Esta llamada «intransigencia» motivó que un sector sindical se inhibiese en la campaña electoral. «No participamos en contra», puntualizaron, «pero tampoco nos pronunciamos a favor, y la mayoría de los afiliados conocían perfectamente la situación.» Fuentes sindicales aseguran que esta polémica repercutió en los resultados electorales obtenidos por el PSE-PSOE.

Ninguno de los hombres importantes de la UGT de Euskadi fue incluido en las candidaturas del partido, ni para las elecciones legislativas ni para las municipales

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