Buena asistencia hospitalaria y deficiente servicio de los ambulatorios
Los españoles disfrutan de una buena asistencia hospitalaria y gozan de un satisfactorio sistema de urgencia médica. Sin embargo, es decepcionante la calidad del servicio que prestan los ambulatorios. Esta es una de las conclusiones principales obtenidas por los miembros del Comité Permanente de Médicos de 12 Comunidad Económica Europea (CEE), que han estudiado la situación sanitaria española y que ayer ofrecieron el fruto de su análisis el ministro del ramo. Enrique Sánchez de León.
Los miembros de este equipo no son exclusivamente médicos. Ha dirigido el estudio la señora Mignon, coordinadora del grupo itinerante del mencionado comité, cuya profesión es la jurídica. El profesor Schultsz, director de la asesoría jurídica de la Asociación Médica Holandesa, también es abogado. Erik Holst, presidente del Comité Permanente de Médicos de la CEE, es profesor de Medicina Social de la Universidad de Copenhague (Dinamarca). Los tres han venido a Madrid a traer su informe, que fue solicitado por el Sindicato Español de Médicos Libres. Hoy se harán públicas las conclusiones oficiales del estudio.La precariedad del servicio de ambulatorios no es una circunstancia española que pueda compararse con lo que ocurre en los países de la CEE. De acuerdo con la señora Mignon, en Francia este servicio es francamente bueno. Su eficacia es la que justifica que no sean precisos los servicios de emergencia médica, que, por otra parte, no tienen un desarrollo tan avanzado como el que han alcanzado en España.
Las cifras que, con respecto a los ambulatorios, ha recogido el Comité Permanente de Médicos de la CEE ilustran la crisis crónica que se padece en este campo: en los 504.800 kilómetros cuadrados que constituye la superficie de España, sólo hay 288 ambulatorios completos, dieciocho de ellos están ubicados en Madrid. Los habitantes de España, todos ellos sujetos de asistencia médica urgente o preventiva, son 35,500.000.
Junto a esos ambulatorios completos hay 347 incompletos (los llamados ambulatorios provinciales) y 358 que son, simplemente, centros de consulta, en los que puede haber médicos de medicina general y los pediatras de zona. De acuerdo con los datos recabados por el equipo que ha hecho este estudio, puede darse el caso de que un pediatra de zona tenga a su cargo unas 4.000 familias, cada una de las cuales puede tener un promedio de tres hijos.
La falta de correspondencia entre el número de médicos y el número de pacientes en zonas muy pobladas lleva a situaciones catastróficas que los españoles conocen y que estos especialistas de la CEE han constatado: puede ocurrir que en un ambulatorio de la Seguridad Social sean vistos por un solo doctor 98 enfermos en 120 minutos. Una de las razones por las que se produce este alto número de consultas en tan escaso período de tiempo es la falta de educación sanitaria del público español, cuya media de consultas médicas es de cincuenta por año, mientras que en la Europa comunitaria el enfermo ve al médico de cinco a seis veces al año.
Otro elemento de la situación médica en España que ha sorprendido a los autores de este informe es el pluriempleo de los profesionales de la medicina.
Lo que ha sorprendido más favorablemente a estos especialistas de la CEE es el nivel de asistencia en las urgencias hospitalarias, aparte del trato que se da en los propios hospitales.
En términos generales, dijo la señora Mignon a EL PAIS, «ustedes no tienen muy mala salud», desde el punto de vista de la posibilidad de ser asistidos médicamente. Un representante del Sindicato de Médicos Libres, que asistió a la conversación, disminuyó el optimismo: «No es lo mismo tener una situación sanitaria. regular que disfrutar de una muy buena, que es a la que hay que llegar.»
