_
_
_
_
_
Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las varonas

Lo que no me he perdido yo del Congreso de UCD ha sido a misstress Thatcher, varona y baronesa del conservadurismo inglés, Churchill con sostén, que ha venido, más que como estrella invitada, como modelo de alta peluquería política para señoras bien del palco público de las Cortes, un punto más allá, en glamour maduro y transparencia, de la línea Telva de Covadonga O'Shea y un punto más acá de las fragancias galaicas de ese bosque animado y femenino que es, Berta Singermann de AP, doña María Victoria Fernández España:-Arias-Salgado no va a acabar con Alianza -ha dicho esta dulce varona en una cena provinciana.

Entre damas anda el juego. Entre varonas. Las varonas es título que ha puesto de moda una reciente novela hispanoamericana (las egresacas platenses y los pederastas reprimidos dicen latinoamericana). Y las varonas son hoy una presencia entre amazónica y reaccionaria de la derecha eterna.

La otra tarde estaba yo en un cóctel (a las ocho de la tarde, en Madrid, o te encierras con cincuenta varonas en un cóctel o te encierras con una sola en un motel: hay que elegir) y se me acercaron unas jais de UCD:

-Para que te enteres de que en ucedé hay mujeres. Parece mentira que nos adjudiques de prestado a la Fernández España.

Lo que pasa es que a mí la Fernández España me gusta, porque va de antigua total, como va la Thatcher, y como me gustan los curas de sotana, teja y picadura. Lo que no aguanto es el clergyman, el suéter del párroco que ha leído a Gramsci en el campanario ni el, progresismo Elle de las liberadas de Mabel Pérez Serrano.

Bueno, pues Suárez, que está en todo, ha ido mucho más allá que yo, y haciendo caso omiso (no hay más caso que el omiso: lo contrario es entrega incondicional) del Fernando Onega subyacente que llevo dentro, no, ha invitado a su congreso a doña María Victoria, sino a Margaret Thatcher, que ésa sí que es una varona de derechas y puede ser a las chicas de UCD lo que fue Pilar a las chicas de La Mota.

A monseñor Escrivá, cuando le dijeron en los tiempos fundacionales que en la Opus faltaban mujeres, se le ocurrió llamar a las hermanas y tías de los fundadores y ponerlas a barrer y fregar. UCD lleva desde que nació cojeando de dos carencias fundamentales: un tipo de mujer y un tipo de ideología.

Dos cosas sin las que uno no podría vivir. Pero se ve que Suárez sí. Dos cosas que quizá viene a ser la misma. Uno tiene la mujer que se merece y esa mujer tiene la ideología que se merece uno. UCD tiene cabezas (a navaja, rizosas, despeinadas como la de Garrigues, cabezas con o sin grease -¿qué fue por cierto de Camuñas, el hombre/ brillantina del partido?-), pero UCD no tiene ideas: quiero decir un sistema coherente de ideas, una ideología.

UCD tiene azafatas, muchas azafatas -se ha visto en el Congreso-, pero no tiene mujeres. Suárez está pasándose por la horma un tipo de mujer y un tipo de ideología. Primero probaron con Bárbara Rey, que quedaba entre Hollywood y Murcia y de la que Rafael Ansón parecía hasta enamorado, no sé si por delegación o directamente (antes de su feliz matrimonio con Inmaculada, la mujer que le ha puesto los picaportes, que le ha llenado a la vida de picaportes).

Luego probaron con la Tenaille, que daba bien como Cenicienta de la dulce madrastra Marujona Callaved y como portada de La Actualidad Española, pero, entre la Milá y el Tola, nos la quemaron en aquel programa, y entonces de rabia se ha casado. Mejor dicho, se-me-ha- casado. Mientras los memoriones de UCD buscan una ideología, Suárez busca una mujer emblemática para ganarse todo ese electorado, ya que Carmen Diez de Rivera (otra bella y valiosa varona) se ha quedado a vivir para siempre dentro de su abanico.

Ya que dentro no se encuentra nada, porque el país no da más que estrechas o progres, Suárez ha llamado personalmente a la varona Thatcher, y mientras el presidente definía el partido como centro-izquierda, la vieja dama, en su visita, lo asimilaba al centro-derecha de los laboriltas ingleses. Ya nos aclararán. También ha condenado, desde sus opalescentes sedas de la India de Kipling, el comunismo odioso e imperialista que nos amenaza, pero no hasabido cómo explicar el imperialismo liberaldemócrataconservador de la Rock. Deliciosas contradicciones del eterno femenino. UCD necesitaba un modelo de mujer y ya lo tiene. Se tira un aire a Churchill, pero bastará con corregirle un poco la sisa y darle unas mechas en el pelo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_