La remodelación del consejo de administración, fómula de compromiso para reflotar Sarrió

El consejo de administración de Sarrió, Compañía Papelera de Leiza, sufrió ayer una profunda remodelación, tras la reunión de dos días que ha venido celebrando en Madrid para analizar la situación de la empresa. Ayer, a las ocho de la tarde, el consejo dio por finalizadas sus reuniones, iniciadas el miércoles. En medios solventes se interpretan los cambios adoptados como un paso importante para que los bancos asuman su compromiso de apoyo crediticio y financiero a la sociedad, que actualmente se encuentra en suspensión de pagos.

A lo largo de la mañana se había rumoreado en algunos círculos la posible dimisión del presidente de la sociedad, Lorenzo Marco Sarrió, que sería sustituido por uno de los consejeros de la misma, Tomás Garicano Goñi, ex ministro de la Gobernación. El señor Garicano Goñi accede finalmente a la vicepresidencia de la sociedad, sustituyendo a Gonzalo Lacalle Leloup, actual director del Consejo Superior Bancario, y que desde hace años venía ostentando el cargo de vicepresidente y consejero-delegado de Sarrió. No obstante, el señor Lacalle permanece como miembro del consejo de administración. El cese del señor Lacalle ha sido uno de los puntos más controvertidos en las largas y tensas negociaciones que se han desarrollado entre los bancos y la sociedad.

Decisiones

La reunión del consejo de administración, que culminó ayer, tenía en realidad por finalidad estudiar las condiciones que el grupo de cinco bancos que decidió conceder un crédito de 2.000 millones de pesetas a la empresa, planteaba para llevar a cabo una operación de pleno apoyo financiero a Sarrió, con objeto de enderezar su situación, asegurar la continuidad de la producción y sus actividades, tanto industriales como comerciales.Prácticamente la totalidad de estas condiciones han sido aceptadas por el consejo de la empresa. El pool de cinco bancos que concede el crédito está formado por los Hispano, Central, Exterior, Urquijo y Popular.

Las decisiones adoptadas por el consejo de administración, y que sintonizan casi al pie de la letra con las condiciones del pool bancario, son las siguientes, según un portavoz de la empresa.

-Aceptación de la dimisión del señor Lacalle, ya mencionada. Este punto, sin embargo, no había sido propuesto de forma unánime por los cinco bancos, ya que alguno de ellos pretendía que el vicepresidente y consejero-delegado permaneciera en sus cargos ejecutivos haciendo frente a la actual situación, derivada de las dificultades financieras de la empresa.

-Nombramiento de consejero-delegado en la persona de Jesús Gutiérrez Fierro, actual director general adjunto del Banco Central, procedente del Banco Ibérico. Este nombramiento cuenta con pleno apoyo de los cinco bancos que conceden el crédito de los 2.000 millones de pesetas a Sarrió. En manos del señor Fierro queda prácticamente la máxima responsabilidad del enderezamiento financiero de la empresa, y en su labor estará asistido por representantes de los cinco bancos mencionados.

- Nombramiento de vicepresidente en la persona de Tomás Garicano. El otro vicepresidente, Salvador Sarrió, sigue en su puesto.

- Supresión de la comisión delegada del consejo, que tenía delegadas amplias facultades por parte del consejo de administración con anterioridad. De esta comisión, que era en realidad la que llevaba los asuntos diarios de la empresa y sobre la que recaía la máxima responsabilidad ejecutiva hasta ayer, formaban parte el presidente, señor Marco Sarrió; el vicepresidente, Salvador Sarrió; el consejero-delegado, señor Lacalle, y dos altos cargos, los señores Badía y Zavala, este último en situación de dimitido.

- Aceptación de la dimisión de tres consejeros que ocupan cargos en la empresa en calidad de empleados, los señores Sánchez Tolmez, López Blanco y Marco Sarrió, este último hermano del presidente de la sociedad.

- Junto a estas decisiones, el consejo ha decidido intensificar sus reuniones, que tendrán una periodicidad más reducida que antes, con un mínimo de dos reuniones al mes.

Condición imprescindible

Las decisiones adoptadas por, el consejo de administración de Sarrió vienen a despejar en cierta medida el panorama algo confuso y conflictivo en el que, la empresa, dentro de su ya difícil situación de suspensión de pagos, se debatía en las últimas semanas. El grupo de los cinco bancos había condicionado la concesión del crédito de los 2.000 millones de pesetas a esta operación de saneamiento y la tirantez entre ambas partes había llegado hasta el punto de que los bancos amenazaban con retirar todo su apoyo, si previamente no se les garantizaba una gestión empresarial más saneada y enérgica, lo que ahora queda de hecho en manos de Jesús Gutiérrez Fierro, nuevo consejero-delegado.El apoyo crediticio del grupo bancario había sido supeditado también a una serie de garantías, entre las que se encontraba el paquete accionarial de la familia Sarrió, que es de 1.600.000 acciones, de las cuales 900.000 están ya comprometidas por una operación financiera previa. Esta y otras condiciones habían determinado la no aceptación por parte de la administración judicial, máxima autoridad de la empresa en estos momentos tras la suspensión de pagos, del crédito de los dos mil millones de pesetas. En este sentido, el consejo de administración comunicó ayer oficialmente, al término de la reunión, que el pool bancario concede el crédito sin las garantías previamente solicitadas, aunque no se especifica cuáles han sido puestas a disposición de las entidades financieras que suscriben la operación de apoyo a Sarrió. El consejo señala, en último término, que esta ayuda «permitirá la normalización de las actividades industriales y comerciales de la empresa». El grupo de bancos había señalado la necesidad de que, en el futuro, las actividades de tipo industrial y las comerciales fueran llevadas de forma separada y que al frente de las primeras se pusiera a una persona con experiencia en el sector papelero y con especial dedicación a la reconversión industrial de las factorías de Sarrió.

Según medios bancarios, los 140 millones de pesetas para el abono de la nómina han sido ya adelantados a la sociedad.