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ETA militar reivindica el asesinato del capitán de corbeta Francisco Liesa

En un comunicado enviado ayer a diversos medios informativos vascos, ETA militar reivindicó la muerte del segundo jefe de la Comandancia de Marina de Bilbao, capitán de corbeta Francisco de Asis Liesa, asesinado en su domicilio de Bilbao el martes pasado, según informa nuestro corresponsal Javier Angulo. A última hora de la noche, el Ministerio del Interior amenazó con establecer acciliones judiciales contra los medios que difundieran o publicaran el comunicado de ETA, parcial o totalmente, por considerar que se incurre en apología del terrorismo y graves ofensas e injurias a las Fuerzas Armadas españolas.

La organización armada vasca considera al señor Liesa responsable de evitar toda ayuda material que ETA puede recibir del extraniero por vía marítima.En su comunicado, ETA desmiente que la acción que concluyó con la muerte de Francisco de Asís Liesa tuviera, en principio, como finalidad el secuestro.

El comunicado de ETA pudiera aludir a la participación del capitán de corbeta Francisco Liesa, cuyos restos fueron enterrados ayer, en Barcelona, en las investigaciones sobre el transporte de armas realizado por el buque Allul, propiedad de la naviera García Miñaur, con destino a Bilbao para Barreiros Hermanos Internacional, SA., si bien las autoridades de la Comandancia de Marina de Bilbao aseguraron que el señor Liesa no había estado en ningún momento encargado de llevar a cabo las investigaciones. No obstante, en medios informativos bilbaínos se sabe que el capitán de corbeta asesinado había concedido a un redactor de un semanario con difusión nacional unas declaraciones en las que dio detalles precisos sobre el «affaire» Allul. Afirmó, entre otras cosas, que las armas venían destinadas a Bilbao.

El informador había sido remitido, al parecer, al señor Liesa por el primer jefe de la Comandancia de Marina de Bilbao, quien consideró que «era el más enterado sobre el tema».

Anoche, la redacción de EL PAIS se puso en contacto con un aito responsable de la naviera García Miñaur, que renunció a comentar las insinuaciones contenidas en el comunicado difundido por ETA y a ampliar detalles sobre el caso Allul, «por estar bajo secreto sumarial». No obstante señaló que el cargamento iba destinado a Barreiros Hermanos Internacional y que la naviera no sabía con detalle lo que transportaba.

Por otra parte, en contra de la expresa prohibición hecha pública anteayer por la primera autoridad vizcaína, unas quinientas personas consiguieron manifestarse ayer tarde ante el Gobierno Civil de Bilbao, siguiendo la convocatoria efectuada por un grupo de esposas y familiares de las FOP bajo el lema «No queremos medallas, queremos a nuestros maridos». Los concentrados corearon también con insistencia consignas de Ejército al poder y La amnistía mata policías.

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Manifestación ante el Gobierno Civil de Vizcaya

(Viene de primera página)Dos cordones de policías estrecharon al grupo de manifestantes, que terminó por cruzar la calzada para acercarse hasta el edificio del Gobierno Civil por la acera, al tiempo que se unían nuevos contingentes de manifestantes al grito de «Español, únete».

Ante la presión de los manifestantes, fue necesaria la presencia de las brigadas, especiales de la Policía Armada, que aunque no llegaron a hacer uso del material antidisturbios, tuvieron que emplearse con energía en ocasiones para impedir que los manifestantes se sentasen sobre la calzada. Ante las puertas del Gobierno Civil arreciaron los gritos contra la primera autoridad provincial, al que acusaron de cobarde, mientras otros requerían su presencia para colocar la bandera a media asta.

Aunque la presencia de las fuerzas de orden público fue acogida en cada momento por vivas y aplausos, se produjeron frecuentes forcejeos, hasta que los manifestantes, que consiguieron efectuar una sentada por espacio de breves minutos, se disolvieron hacia las nueve de la noche.

Leves incidentes en el entierro

Con ausencia de autoridades civiles y público, tuvo efecto ayer en Barcelona el sepelio del capitán de corbeta Francisco de Asís Liesa. También se pirodujeron unos pequeños incidentes protagonizados por militantes de extrema derecha, según informa Alfons Quintá.

En la sede de la jefatura del sector naval de Cataluña, y presidida por el jefe del Estado Mayor de la Armada, el capitán general de Cataluña y el almirantejefe de la zona marítima del Mediterráneo, tuvo efecto sobre el mediodía una misa por el eterno descanso del militar asesinado. Asistieron al acto religioso únicamente los familiares y las autoridades militares, con ausencia de las civiles.

Al ser trasladado el féretro a un furgón que debía conducirlo al cementerio de Les Corts, un reducido grupo de unas decenas de personas de extrema derecha profirió gritos favorables a la toma del poder por parte de las Fuerzas Armadas, así como contrarios al actual Gobierno.

También cantaron el Cara al Sol sin que ello originara ninguna actitud de simpatía por parte de los militares que asistían al sepelio.

En el cementerio estuvieron únicamente presentes familiares y amigos íntimos del fallecido, sin que se produjeran incidentes. Los periódicos barceloneses publicaron esquelas alusivas al fallecimiento del capitán de corbeta Liesa.

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