_
_
_
_

El caso del Sahara no está cerrado

«Nuestro equilibrio norteafricano pasa por un examen de la situación creada tras la situación de 1975 en nuestro antiguo Sahara. Nuestro a efectos administrativos. Ocurre que ni un solo mapa del mundo ni un solo atlas ha alterado, curiosamente, la geografía del área. Algunos, muy pocos, hacen atravesar al que llaman Sahara occidental por una línea punteada para mostrar discretamente la partición. Y, por supuesto, también muy curiosamente, cuando se hacen distribuciones de influencia en Africa, inevitablemente el Sahara cae en la zona de influencia «francesa». Son, simple y sencillamente, datos a tener en cuenta para llegar a una conclusión inevitable: si la Humanidad no considera cerrado el caso, nosotros no podemos, por cuenta propia, hacerlo. Si hasta nuestros propios documentos parten de la base de que allí no se ha concluido la descolonización ni se concluirá hasta que haya un referéndum, nuestra política no puede actuar independientemente de este dato. Eso es todo. Por lo demás, dejemos que la historia la hagan los pueblos.» 6 junio

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_