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Comienza en Madrid el II Congeso del Sindicato Unitario

Un millar de delegados en representación de todo el Estado, asiste al II Congreso del Sindicato Unitario, abierto ayer en Madrid bajo el lema de «frente común contra el pacto social». Se trata del primer congreso que esta central celebra en la legalidad, tras el congreso constituyente, que tuvo lugar el 1 de mayo de 1977.

La presentación del congreso corrió a cargo de Cristino Doménech, del secretario confederal, quien, a lo largo de un extenso discurso, hizo un análisis de la evolución sindical y política española desde el congreso constituyente.«En este año último -comenzó diciendo Doménech- el pueblo, con los trabajadores a su cabeza, ha sido capaz de derrocar la dictadura y reconquistar sus libertades. Pero esa conquista no se ha realizado como los trabajadores hubiesen deseado, a través de la huelga general y la imposición de un Gobierno provisional que hubiese convocado elecciones generales.»

«Las elecciones fueron convocadas por el último Gobierno franquista y los trabajadores no hemos podido gozar de un proceso constituyente que garantizara las plenas libertades y nuestra influencia decidida en la Constitución que hoy discute el Parlamento. »

El Sindicato Unitario, según Doménech, consideró entonces que «dado el cambio político de nuestro país, había que orientar nuestra acción sindical en dos terrenos: la consolidación y ampliación al máximo de las libertades y la llamada a todos los trabajadores a un frente común para conseguir el pan, el trabajo y la libertad».

«Si la unidad -prosiguió- ha sido el instrumento que ha dado fuerza y confianza a los trabajadores bajo el fascismo y ello permitió que la clase dominante no pudiera seguir con la dictadura, en estos momentos se hace también necesaria. Se trata de formar un frente contra ese gran capital rapiñoso que ha hecho de España un cortijo y una propiedad privada de unas pocas familias. Con este proyecto hemos ido a los trabajadores y a las centrales obreras, pero algunas de estas últimas tienen malos oídos. No quisieron entendernos. Entendieron que la unidad había que hacerla con Suárez y con Fraga.»

«Siempre hemos dicho -manifestó luego- que el pacto de la Moncloa no es el frente común reivindicativo de los trabajadores, sino la supeditación de los intereses de la clase obrera a los del gran capital. Como está siendo demostrado, el pacto no ha solucionado el problema del paro, que cada vez se acentúa, -ni ha disminuido los expedientes de crisis, ni ha traído a cambio la plena libertad sindical.»

Cristino Doménech finalizó su intervención pidiendo un minuto de silencio para los compañeros muertos, con especial mención a Joaquín Macías -cuya foto presidía la mesa-, candidato por Badajoz en las pasadas elecciones y que falleció en un accidente de carretera.

La jornada de la mañana concluyó con la elección de la mesa, que quedó compuesta por un representante de cada una de las regiones o nacionalidades presentes -dieciséis-, cuatro mujeres por la unión de Madrid, los dos delegados de más edad, los dos más jóvenes y cuatro representantes del secretariado confederal. La sesión de la tarde se dedicó al estudio de la ponencia sobre el balance de la actividad del SU.

Asisten a este congreso sindicalistas de Argentina, Francia, Alemania, Portugal e Italia, así como de la CNT de Uruguay, la CUT chilena, la Confederación General Agraria de Perú y delegaciones de la emigración y parados. Están invitados al mismo todos los sindicatos , nacionales democráticos, así como algunos regionales.

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