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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Trabajadoras del servicio doméstico

«El hijo del señor Caprile puso en libertad a los perros, aunque la familia sabía que aún faltaba Montserrat por llegar a casa.».«Montserrat, aunque había tenido el domingo libre, esa noche debía pernoctar en el chalet del presidente del consejo de administración de Femsa.» Acudió la policía y la gente de un kilómetro alrededor, pero los Caprile no salieron del chalet hasta las nueve de la mañana siguiente, a pesar de los gritos, los ladridos, los disparos, y las llamadas reiteradas a las puertas y ventanas. «Después de que la policía mató a los perros; las personas que estábamos allí trataban de tranquilizarla, pero la chica, sangrante y completamente desnuda, repetía una y otra vez que en el chalet estaba toda la familia. »

Parecerían frases de una novela de Dickens, un relato negro de la vida del proletariado del siglo XIX.

Se calcula en un millón el número de trabajadores del servicio doméstico en nuestro país, sin ninguna regulación laboral: ni contrato de trabajo, ni salario mínimo, ni jornada máxima, ni Seguridad Social Obligatoria, ni vacaciones, ni pagas, ni derecho a recurrir a la Magistratura de Trabajo, ni ninguno de los derechos mínimos de los trabajadores en general. Ante el despido, la trabajadora o el trabajador del servicio doméstico sólo puede recurrir a un tribunal civil, quien le aplicará el artículo 1.584 del Código Civil, que dice: «Si el amo despide al criado sin justa causa debe indemnizarle pagándole el salario devengado y el de quince días más. El amo será creído, salvo prueba en contrario ... »

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¿Hasta cuándo la ley para este sector consistirá en «creer, salvo prueba en contrario» a amos que son capaces de ver matar a su criada por sus propios perros sin siquiera asomarse a la ventana?

¿Hasta cuándo los trabajadores del servicio doméstico podrán vivir legalmente como el subproletariado del siglo XIX?

¿Hasta cuándo nos darán el paternalismo hipócrita a cambio de una ley que equipare a estos trabajadores con los demás?

El Ministerio de Trabajo no contesta.

Responsable de la Mujer del Secretariado de la CS de CCOO.

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