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Los animales de piel fina están amezados de exterminio

La matanza de focas, que año tras año se repite por estas fechas en las costas de Canadá y Noruega, ha vuelto a poner de manifiesto el problema del aprovechainiento de las pieles de animales salvajes y el peligro de extinción de los mismos. Los ecologistas han solicitado del Gobierno español que, siguiendo el ejemplo de Francia, prohiba la importación de las pieles de los bebés foca matados a palos a los pocos días, de nacer, con el fin de aprovechar su piel blanca.El tema de las focas no es, sin embargo, más que la punta del problema que está causando la demanda masiva de pieles sin que nadie se preocupe de que no se agote la fuente de estos recursos naturales.

Básicamente son dos los problemas que afectan a los animales portadores de pieles valiosas para la peletería: la destrucción de sus habitats, fruto de la presión humana sobre la Naturaleza y la caza incontrolada, frecuentemente furtiva, de estas especies.

La situación es tan crítica que un grupo de peleteros españoles ha constituido una Sociedad Española de Peleteros en Defensa de la Ecología (SEPDE). En su declaración de principios, los fundadores de SEPDE manifiestan que «el peletero y los profesionales de las industrias afines son presentados como enemigos del mundo animal, cuando no como unos desalmados que potencian e interesan la caza y captura indiscriminada de los animales cuyas pieles han de servirles de materia básica para sus industrias».

«Sin embargo -añaden-, nadie más interesados que ellos en que estas especies animales sigan creciendo y multiplicándose en las mismas o parecidas condiciones en que han venido haciéndolo desde hace miles de años.»

Las martas, garduñas, zorros, ginetas y otras especies de piel valiosa están siendo exterminadas hasta el aniquilamiento, denuncian los fundadores del SEPDE. La solución que esta asociación propone para evitar este desastre de la fauna y de su propia profesión sería la creación de reservas en las que estas especies se pudieran criar en semilibertad. Avanzando en esa línea, sería posible eliminar del todo la caza indiscrimada de animales salvajes y atender a las demandas de piel manchada de una forma incruenta, científica, racional y mucho menos costosa para la humanidad y la naturaleza.

Desde hace muchos años, las especies más usadas en peletería son el visón y el astrakán, dos tipos de piel que se producen en granja. La producción anual de pieles de visón en todo el mundo se calcula en más de seis millones de ejemplares. Lógicamente estas cifras solamente pueden ser conseguidas con sistemas de explotación industrial de estos animales.

«Salvo que se adopten medidas de otro tipo -manifiesta el documento elaborado por SEPDE-, dentro de pocos años el planeta Tierra se habrá quedado sin muchas especies de animales, entre ellas las más preciadas en el campo de la peletería.»

Por otro lado, los ecologistas insisten en que a nivel nacional es necesaria una ley de especies protegidas más amplia, que incluya a todas estas especies amenazadas, siendo su reivindicación que la lista se haga con las especies cazables, quedando el resto automáticamente protegidas.

La asociación AEPDEN, de la Federación del Movimiento Ecologista, ha manifestado en una carta dirigida al ministro de Comercio su preocupación por la importación de ciertos tipos de pieles, utilizadas para confeccionar abrigos, que suponen la muerte de animales en vías de extinción, a la vez que implica un incremento del desequilibrio de la balanza de pagos.

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