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Nota oficial sobre las ayudas económicas a Nicaragua

Ante las declaraciones formuladas recientemente por ciudadanos nicaragüenses en Madrid, la oficina de información diplomática juzga oportuno puntualizar lo siguiente: 1. La ayuda oficial española, tras el terremoto de 1972, fue administrada cuidadosamente por la embajada de España en Nicaragua, salvo los primeros 760.748 dólares, de los que se hizo cargo la representación diplomática nicaragüense en Madrid. El resto de la generosa contribución del pueblo y del Gobierno españoles -que ascendió a 7.300.000 dólares- se orientó a aliviar directa y exclusivamente las necesidades del pueblo nicaragüense. Pruebas fehacientes son el establecimiento del Instituto Tecnológico Nacional, en Granada, donde se forman técnicos y expertos de grado medio, provenientes todos ellos de familias trabajadoras; el complejo Polideportivo España, del que disfruta la juventud de Managua; el material quirúrgico e instrumental y la unidad de cuidado intensivo coronario de los hospitales de Ocotal, Masaya y Managua; las aulas de escuelas en diferentes puntos del país; la escuela de niños retardados de León; las viviendas de tipo social en Managua y otros puntos de la república; los equipos de la Cruz Roja y bomberos; las instalaciones, de la Academia Nicaragüense de la Lengua; y otra serie de actividades de índole social, todas en beneficio directo e inmediato de las clases más necesitadas de Nicaragua. Cáritas española y la Cruz Roja española, que contribuyeron también en esta labor, aplicaron idénticos criterios sociales a su ayuda al pueblo nicaragüense.

2. El Gobierno español no ha vendido ni enviado clase alguna de armas o municiones a la República de Nicaragua.

3. Las ventas de maquinaria y equipos pesados a Nicaragua se realizan por firmas comerciales españolas, habitualmente con financiación del Banco Exterior de España, dentro del marco normal de esta clase de operaciones, que España ha llevado a cabo con numerosos países de América de muy diferente ideología y línea política. Es, pues, una exportación española que beneficia a los trabajadores de numerosas empresas y contribuye a la buena marcha de la economía del país.

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